La Tecla Mar del Plata
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La crisis que golpea al sector textil volvió a escalar en Mar del Plata y ya tuvo su correlato político. Tras la decisión de Textilana de suspender a 175 operarios hasta marzo de 2026, el bloque del Frente Renovador presentó un proyecto de resolución para que el Concejo Deliberante exprese su “preocupación por la situación que atraviesa la empresa Textilana S.A. y por el impacto que las suspensiones decididas generan en los trabajadores de la ciudad”.
La iniciativa, impulsada por el concejal Juan Manuel Cheppi, plantea que la caída de la actividad textil no solo afecta a una firma emblemática sino a todo un entramado económico. En los fundamentos, el FR recuerda que “la industria textil ha sido históricamente uno de los sectores productivos más significativos de Mar del Plata, generando empleo directo e indirecto y conformando un entramado industrial fundamental para el desarrollo económico de la ciudad”.
El expediente también advierte que el rubro funciona como un engranaje clave dentro de la matriz local, ya que “constituye un eslabón estratégico para la diversificación económica, integrando cadenas de valor de diseño, confección, logística, distribución, comercio y exportación”. Y subraya el peso de Textilana en la identidad productiva marplatense al señalar que “es una de las firmas más emblemáticas del sector, con una trayectoria ampliamente reconocida y un impacto significativo en el empleo registrado de la región”.
En el FR remarcan que el deterioro actual no se limita a una empresa y que la magnitud del retroceso recuerda a crisis pasadas. Según el texto del proyecto, “la producción del sector registró una caída cercana al 30% durante 2024”, a lo que se suma un escenario que —según afirman— tiene puntos de contacto con los años noventa, cuando “políticas de apertura indiscriminada de importaciones provocaron cierres masivos de empresas, pérdida de empleos y un profundo retroceso en la actividad textil”.
El bloque también destaca que el golpe sobre Textilana excede la planta de Ruta 88: “La suspensión de la actividad productiva genera un efecto multiplicador negativo sobre la economía local, disminuyendo el consumo y afectando a comercios y servicios que dependen de los ingresos de estas familias”, sostiene el proyecto.
Por eso, el FR reclama una reacción institucional del Municipio. En el expediente se afirma que “el Estado municipal no puede resultar indiferente ante una situación que compromete a uno de los sectores más representativos de la identidad productiva marplatense”. La apuesta de Cheppi es clara: que el Concejo marque postura y que el Ejecutivo deje un mensaje de respaldo en medio de un conflicto que vuelve a exponer la fragilidad industrial del distrito.
Mientras tanto, suspensiones, caída de ventas y salarios recortados vuelven a poner a la ciudad frente a un cuadro ya conocido: crisis industrial, ajuste y tensión política en torno a uno de los polos productivos más importantes del país.