La Tecla Mar del Plata
Todos los derechos reservados
La puesta en valor de la Rambla volvió a encender la mecha entre el municipio y Provincia, en medio de una tensión que va en aumento a medida que avanza el calendario electoral.
Semanas atrás, Gobernación reglamentó las condiciones en las que se llevarán a cabo los trabajos de refacción en uno de los sitios emblemáticos de la ciudad, con un presupuesto que ronda los $1.000 millones. Kicillof ordenó que el Ministerio de Hábitat, conducido por Agustín Simone, elabore el proyecto de obra “mediante sus reparticiones o entes actuantes en su órbita y/o a través de terceros”.
La inclusión de la obra en el Presupuesto 2023 buscó ser capitalizada en su momento por los legisladores locales en la Legislatura bonaerense. El senador Alejandro Rabinovich (Pro) y Maximiliano Abad (UCR), por un lado; Pablo Obeid (FdT), por el otro.
En este marco, los jefes de bloque de Juntos en Senadores y Diputados, respectivamente, pusieron el grito en el cielo en los últimos días. Según esgrimieron, Provincia modificó lo acordado. El planteo es que desde la ciudad ya se había confeccionado un pliego con las tareas a realizar y el modelo de cómo sería la puesta en valor de la Rambla.
Las negociaciones se mantuvieron con Leonardo Nardini, el ministro de Obras. En concreto, la intención era avanzar en un convenio y que la licitación fuera convocada desde la comuna.
Pero el decreto de Kicillof modificó los planes, ya que encomendó a Agustín Simone, el titular de Hábitat, como cabeza de la unidad ejecutora. “Quieren rediseñar el proyecto. Hay una jugada del Frente de Todos para que se dilate la obra”, reflejaron desde el municipio.
La jugada incluso iría más allá. De no avanzar lo acordado previamente, Abad y Rabinovich ya adelantaron que no se sentarán a discutir los proyectos del Ejecutivo Provincial en la Legislatura.
Vale recordar que para 2022 se habían contemplado unos $500 millones que se iban a destinar a la reposición de baldosas de la Rambla; la desobstrucción y reparación de desagües pluviales; la colocación de nuevas luminarias; la puesta en valor y consolidación de esculturas, parapetos de piedra y escaleras; y la provisión de equipamiento urbano, entre otras tareas. Sin embargo, la intervención nunca avanzó.