Y el Ejecutivo "grito gol". En menos de tres meses el gobierno se anotó un proyecto qué, más allá de las miradas, fue catalogado de forma unánime cómo "histórico": la concesión a privados de los estadios José María Minella y el Polideportivo Islas Malvinas.
El encargado de defender el pliego fue el edil radical, Ricardo Liceaga Viñas. "El Minella no se merece más parches. Yo estoy convencido que esta es a solución de fondo y para siempre", aseveró. A su vez, destacó las tres potencialidades de la concesión: "grandes eventos ayudan a la promoción de la cultura o el deporte", "tener escenarios renovados" y
la generación de puestos de trabajo los 365 días del año.
La Libertad Avanza, por su parte, cambió el voto de las comisiones pasando de la abstención al positivo. "No hay que tenerle miedo al privado", aseguró la presidenta del bloque, Cecilia Martínez. "Celebramos que este pliego sea tan abierto. Que le diga al privado: ¿qué más querés hacer?", agregó.
Una de los discursos en contra de la iniciativa más encendidos estuvo a cargo de Diego García. "Pensábamos que se iba a buscar el consenso entre todos los bloques", comenzó para luego enumerar propuestas realizadas por el espacio que no fueron tomadas en cuenta. Luego de asegurar que veían bien y necesaria la llegada de un privado, indicó qué el Estado municipal "debería ser socio del privado para cuidar las arcas públicas".
A su vez, puso el foco en el uso que las empresas darían a los espacios comunes, un punto que fue crítico durante todo el pasaje por comisiones. Además, habló de promesas incumplidas en referencia al Minella cómo "Casa de las selecciones", título que fue recientemente otorgado al Estado Único de La Plata.
"Ojalá no lo toque gobernar porque no sabe hacer las cuentas", lanzó con dureza Ricardo Liceaga Viñas en referencia a la crítica por la recaudación del Polideportivo y la incidencia en el canon.
"Cuando nos toque gobernar, lo que no voy a hacer es lobby a las empresas desde el Concejo Deliberante", replicó luego García.