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Martes, 28 enero 2025
Argentina
28 de enero de 2025

Nicolás Kreplak: "Me da lástima que no se aprueben las leyes de salud"

El ministro de Salud lamenta que la Legislatura no haya aprobado aún las leyes que crean las empresas públicas de emergencias y medicamentos. La situación del IOMA, las diferencias con Nación y la actualidad política

Nicolás Kreplak:
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En un verano más tranquilo en materia epidemiológica, el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, reconoce que “no tenemos pandemia ni una epidemia de dengue como la del año pasado, y ese es un buen contexto”. Igual, advierte que no hay que relajarse porque “el dengue es una enfermedad que, excepto el año pasado, habitualmente nunca se veía en el inicio del verano, sino para finales del verano, así que esperamos un incremento de los casos para marzo y abril”, para lo que asegura que la estructura sanitaria ya está preparada. Mano a mano con La Tecla, habla de la problemática del sector, los conflictos del IOMA y la necesidad de contar con las empresas de emergencias y de medicamentos, que aguardan la aprobación de la Legislatura. 

-¿Cuál es hoy la preocupación del sistema de salud?

-El problema principal tiene más que ver con las cosas históricas, más el agregado de la desestructuración del sistema producto de una crisis generalizada en lo económico. Porque la pobreza repercute tanto en la carga de enfermedad como en la capacidad de respuesta del sistema, y el estilo de políticas públicas que plantea el Estado Nacional lleva a una mayor inequidad, mayor desintegración del sistema de salud, más fragmentación, y eso genera más segmentación en la capacidad de respuesta; es decir, distintos niveles de respuesta de salud a distintos contextos, todo lo contrario a la equidad. 

-¿Cómo afectan a la Provincia los despidos anunciados por el Gobierno en hospitales 
nacionales?


-Hay despidos en el Sommer, que está en el Conurbano, un hospital de no demasiada importancia para la atención generalizada de la población, pero sí comunitariamente, y un centro de referencia de lepra. En los últimos años tuvo una transformación del perfil para que tenga más características de hospital general y ha perdido un poco de potencia por algunos despidos. Y en el Bonaparte, que queda en la Ciudad de Buenos Aires y es especializado en salud mental y adicciones. El gobierno anterior lo había planteado también como un centro de referencia de formación, además de tener la sede del 0800 en salud mental. Y ahí también hay despidos. Esto va a repercutir en la capacidad de respuesta del sistema de salud por parte del Estado Nacional, que va a recaer más sobre el provincial.  También se ven algunos despidos en el Posadas.  Pero creo que hay cosas más graves.

-¿Como cuáles?

-El funcionamiento del ministerio de Salud de la Nación es grave, porque hay despidos en programas muy importantes y cierres de áreas. Ellos dicen que fusionan áreas, pero hacían cosas distintas, y despiden a 1.400 trabajadores, muchos con muchos años de expertise. Comprar medicamentos y que lleguen a tiempo tiene muchos trabajadores detrás. Por ejemplo, en el INCUCAI los medicamentos para sostener a los pacientes post trasplantados hace un tiempo largo que no nos están llegando y tenemos que salir a comprarlos para que la gente no rechace los órganos. Gastamos un presupuesto que no tenemos planificado para eso. Así nos pasa con todas las áreas, como salir a comprar reactivos para el VIH o para el control de carga viral, incluso tratamientos. Todo eso genera mucho trabajo e incertidumbre, porque nunca sabés qué es lo que no van a comprar. No sé cuánto es de recorte, cuánto es de impericia o cuánto es una mezcla. La impericia genera menos gasto por incapacidad de ejecución, y repercute en menos previsibilidad, menos planificación, más dificultad en el acceso a la salud y, sobre todo, más gasto presupuestario de la Provincia para compensar los agujeros que la Nación deja.

-¿Es un problema de comunicación entre el ministerio de Salud con la Provincia? ¿Por qué pasa? 

-Pasa con todas las provincias, no es un problema particular con la provincia de Buenos Aires. No estoy seguro cuánto hay de deliberado o cuánto de lo que sucede cuando uno rompe áreas. Pensemos que había tres secretarías de Salud; estaba la secretaría de Equidad, la de Calidad y la de Acceso, y ahora hay una sola. Cuando fusionan, achican y le dan a menos personas la misma cantidad de trabajo. Ese trabajo sale mal. Un caso es la articulación entre el sistema de salud provincial y el nacional. No es un tema de comunicación, es un tema de planificación, de procedimientos, de procesos de trabajo continuos, de evaluación de esos procesos. 

-¿Hay estimaciones de cuánto creció la demanda de salud pública en el 2024 en la Provincia?

-Hubo un aumento muy grande en los primeros meses, de cerca del 30%, porque también se dio una crisis muy grande en el sector privado de la seguridad social por el desequilibrio financiero de diciembre, enero y febrero. Eso volcó una gran parte de la atención al sector público. Y hubo una segunda oleada de aumento de las consultas cuando retiraron los medicamentos del PAMI, porque muchos adultos mayores que antes iban a su médico de cabecera en el consultorio privado empiezan a ir al hospital a ver si consiguen los medicamentos. En algunos hospitales lo medimos y es cerca de un 20%. Hay un aumento importante de la atención, que en números generales ronda entre un 20 y un 25%.

-Las leyes que crean las empresas de ambulancias y de medicamentos no salieron todavía, ¿qué te provoca esto? 

-Iba a decir bronca, pero no es bronca, es como lástima de alguna manera, porque son herramientas que están hace mucho tiempo, están muy trabajadas y podrían ayudarnos. Me da lástima que no se aprueben las leyes de salud. Me da lástima por el pueblo, porque nos permitiría tener mejores herramientas. El sistema de salud en todo el mundo tiene inflación estructural, que está calculada más o menos en el 3%, y la salud es cada vez más cara porque aparecen nuevas tecnologías. Si tenemos una caída en la actividad económica más la inflación propia de salud, para estar igual que antes necesitás más recursos. ¿Y qué tenemos que hacer? Por ejemplo, comprar más barato o producir medicamentos a un precio más barato. O, como nos pasa con el sistema de emergencias, no perder oportunidades de recupero. Compramos helicópteros sanitarios, ambulancias, desarrollamos una red que llega a cualquier lugar en minutos ante cualquier accidente, que es muy eficiente, pero que no recupera financiamiento. Todos esos accidentes tienen un seguro y una parte de su cálculo actuarial tiene que ver con la eventual posibilidad de un accidente y cuánto hay que pagar el sistema de salud. Para ese tipo de cosas está la empresa de emergencias. La otra es para poder tener medicamentos más accesibles y más baratos. Las podríamos tener para destinar algo más de recursos a mejoras edilicias o sueldos de los trabajadores. 

-¿Por qué crees que se demoraron?

-Creo que la mayor parte no tiene interés en contra. Cuando lo hablo con diputados o senadores de la oposición, lo explico, pongo ejemplos y muestro los números, todos me dicen que tengo razón. Lo que sucede después es lo que estamos viendo todos, que está difícil llegar a acuerdos para todo; en la Legislatura de la Provincia y en el Congreso Nacional. Me parece que es parte del espíritu de época, los que se dedican al consenso, al diálogo, pareciera ser que no es lo que vende, que hay que hablar del odio al otro. Y, en salud, yo puedo tener todas las diferencias del mundo con otro sanitarista, pero mi 
trabajo es buscar acuerdos, porque de eso depende que la atención de la población esté mejor. Naturalmente consensuamos y articulamos. Yo no me peleo con ningún secretario de salud, no importa el color político. 

-¿También jugó algún rol la interna del peronismo?

-No, todo lo contrario. Todos los compañeros y compañeras de la Legislatura han hecho un trabajo muy grande. Y es difícil, porque no tenés los votos, tenés que pedirle votos a la oposición. En Diputados fue muy interesante porque la oposición hizo una serie de planteos. Había uno o dos que me parecían que ni sumaban ni restaban y había algunos que aportaron, estaba bien lo que decían y mejoraron el proyecto de ley. Así es como se debe trabajar. Así se logró el apoyo en Diputados y esperemos que se pueda conseguir también en el Senado. Mientras más tiempo perdamos, menos impacto va a poder tener en ayudar a resolver los problemas de financiamiento del sistema de salud. 

-¿Hablaste con la vicegobernadora Magario o con senadores de Unión por la Patria para ver si se aprueban en las primeras sesiones del año?

-Sí, sí, estuve hablando con la vicegobernadora, con la presidenta del bloque en el Senado, con el presidente de la comisión de Salud, pensamos alternativas. Yo no dejo de pensar en esto porque siempre hay expectativas, siempre hay un interlocutor que dice “bueno, pensémoslo”, nunca llegan a decir que no rotundamente. Creo que es más un problema político que sanitario.  Hay un problema de orden general, de una oposición muy fragmentada, cada partido tiene fragmentado su propio espacio, y nadie quiere ser el que se anime a dialogar, un poco por miedo a la discusión interna. Es un momento de una gran debilidad de la representación política, y que hace que no se pueda llegar a discusiones elementales. La salud debiera salir de ese lugar de discusión, tiene que ser un poco más política de Estado. 



DEFENSA DEL SISTEMA PUBLICO DE SALUD
“Casi el 97% de la población resuelve los problemas que tiene”

¿Si tuvieras que ponerle una calificación al sistema de salud de la Provincia, cuál sería?

-Hicimos un estudio sobre eso con la Facultad de Ciencias Exactas y la Facultad de Economía de la Universidad de La Plata, junto con la Dirección de Estadística del ministerio de Economía y nosotros. Fue entre julio y agosto de 2023, donde se estudiaron más de 69.000 hogares. Es el estudio más grande en nuestro país sobre uso del sistema de salud. Y nos da resultados muy potentes e interesantes. 

-¿Qué dato rescatás?

-Te voy a contar algunos. En nuestra provincia son 12 millones de habitantes los que utilizan el sistema de salud y el 96,6% de la población pudo resolver la consulta que tuvo. Sólo un 3% no lo logró y la mayor parte es porque tenían turno para más adelante o porque se les pasó.Casi el 97% de la población resuelve los problemas que tiene. El resultado se da tanto para el sector público como para el privado. Y es muy interesante que el 80% lo resuelve en su barrio, en su municipio. El 94% consigue todos los medicamentos. En Argentina el derecho a la salud es tremendamente importante y accesible. 

-¿Hay riesgo de que eso cambie por las políticas nacionales? 

-Creo que está en discusión. Pero sí, corre riesgo, porque el planteo del Gobierno, que ya se había hecho también durante el macrismo, es que el Estado Nacional no tiene nada que ver con la salud. Entonces, cada provincia comienza a pensar sus responsabilidades, y ahí empiezan con el cobro al extranjero, por ejemplo. Nosotros hemos estudiado eso y vimos que impacta en el 0,3% de las consultas, atenciones, cirugía, internaciones. Es tan marginal que no vale la pena, ni en términos económicos ni de sobrecarga. Alguna provincia intentó cobrar como un seguro público obligatorio, después vetaron la ley porque era un escándalo. Si nosotros no pensamos el derecho a la salud como un derecho universal terminamos construyendo situaciones de privilegio. Es más fácil el sálvese quien pueda o la segmentación cuando hay crisis económica, pero sobre todo cuando no hay vocación de resolverlo desde la vía de la equidad sino a través de la vía del mercado. Y el mercado va a generar diferencias. Si no creen en el derecho a la salud, una parte muy grande de la población queda afuera. 



EL AÑO DIFICIL DE LA OBRA SOCIAL
“Políticamente tiene rédito pegarle al  IOMA porque le pegás al Gobernador”

-2024 fue un año complicado para IOMA. ¿Por qué se llegó a esa situación y cómo sigue?

-Se llegó a esa situación porque fue un año muy complicado para toda la seguridad social y las prepagas del país. Hubo un desequilibrio financiero muy grande en el principio del año. El problema más grande del IOMA se ve en diciembre, enero, febrero y marzo. Cuando uno hace una devaluación del 118% sabe que, además del impacto económico en la vida de las personas, rompió todos los contratos. Le pasó a todas las obras sociales, que están en una crisis muy grande, pero políticamente siempre tiene más rédito pegarle al IOMA, porque le pegás al Gobernador. Hubo una caída en la cobertura de medicamentos, en el acceso a ciertas prestaciones en algunas clínicas, hubo caída en el valor de las consultas, y todo se fue recuperando.

-Pero hubo quejas de intendentes porque no les llegaban las partidas del Ioma. 

-Siempre hay bastante mentira en esto. Lo digo con respeto. Quizá es una mentira no intencionada, pero yo lo aclaro y después no las cambian, así que ya no sé si es tan no intencionada o creen que les da algún rédito político. Hay dos cosas para decir. Primero, contra eso de que “nosotros aportamos y el OMA no me da prestaciones”, no hay municipio que no sea deficitario. Todos los municipios tienen salarios, o al menos la parte en blanco, por debajo del salario general de la Provincia y son en los trabajadores provinciales los que financian el desfinanciamiento que generan los municipios. Entonces, todos los municipios tienen menos ingresos de lo que sale su cápita. Igual no importa, porque la obra social es solidaria, pero quiero decirlo para no utilizar el argumento al revés, que es mentira. Y el segundo, es que dicen “no se paga lo que el hospital debería recuperar del IOMA”, que este año se estuvo pagando regularmente. Lo que pasa es que muchas veces, sobre todo aquellos que no usan el SAMO, tienen una enorme falencia administrativa, que es natural en los hospitales.



CONFLICTO CON FEMEBA
“Necesitábamos correr a los intermediarios de la atención”

-¿FEMEBA le ganó la pulseada al IOMA?

-Es poco caballeroso discutir sobre quién ganó una vez que llegamos a un acuerdo. Lo que sí quiero decir es que necesitábamos correr a los intermediarios de la atención de la población. Hoy el IOMA paga la consulta de la categoría C, que es la de más experiencia, a los mismos valores que las principales prepagas y obras sociales del país, alrededor de 15.000 pesos. El IOMA está pagando bien y en tiempo, y es el que más volumen tiene. Puede haber alguna práctica que esté desactualizada, sobre eso hay que trabajar siempre. Con FEMEBA lo que pasaba es que nosotros teníamos una intermediación con el dinero, le pagábamos a ellos y FEMEBA le pagaba a la gente. Eso deja de pasar ahora, nosotros le vamos a pagar directamente a los círculos médicos. FEMEBA va a estar como en una especie de representación de los círculos médicos ante el IOMA, para poder discutir cuestiones comunes. Después, sobre el sistema de información teníamos opacidad, no sabíamos bien qué es lo que se estaba pagando, cuántas prácticas se hacían y quiénes eran los profesionales. 

-¿Y ahora?

-En el acuerdo que alcanzamos toda esa información es potestad nuestra. Me parece importante que no haya intermediación económica y que no haya intermediación en la información, así podemos saber qué se está utilizando, dónde está faltando el profesional, para poder diseñar una política sanitaria, sino nunca se pueden corregir los defectos. Creo que fue un debate demasiado fuerte, hubiera sido más lindo llevarlo en términos más concordantes, pero hay un cambio de página. Hemos tenido diálogos con las nuevas autoridades de FEMEBA y la verdad que la vocación es llegar a un buen puerto con las diferencias. Tengo expectativas de que todo se va a ir ordenando y creo que el producto es mejor que en los últimos 60 años, porque podemos tener un manejo más directo de lo que está sucediendo sin intermediación de la información y de los recursos.



CRISIS DE MEDICOS
Más profesionales en áreas sensibles y regionalización

“Cuando empezamos la gestión teníamos una crisis en profesiones de clínica, pediatría, terapia intensiva, neonatología, psiquiatría y medicina general, porque la gente ya no las estaba eligiendo. Cuando se recibía no quería hacer esas residencias, porque en general el sector privado paga más a aquellos que tienen algún otro tipo de intervenciones, que operan, que utilizan algún aparatito, alguna tecnología”, asegura Kreplak. Frente a esto “hicimos una política en la Provincia que viene muy bien, logró duplicar la cantidad de residentes de terapia intensiva, aumentar un 50% pediatría, y cortar el descenso en general y clínica para empezar con un aumento en el último año”. 

Como parte del plan quinquenal también se discute con los intendentes la distribución de los recursos. “Muchas veces faltan estos profesionales, los clínicos, los que hacen las guardias, los pediatras, pero por ahí sí tienen especialidades que para un pueblo pequeño no son tan necesarias, y podrían trabajar en una delegación dentro de la red”, cuenta.

En el Congreso de Salud Provincial (COSATRO) se trabaja en la regionalización, donde se coordinan las acciones sanitarias entre los municipios y la Provincia para que no haya competencia entre los distritos por los profesionales “y haya condiciones más o menos estables y equiparables de trabajo y de salario”, asegura Kreplak. “Por supuesto que luego mucha construcción, debate, trabajo, necesita acompañamiento legislativo. Finalmente tiene que madurar en un proyecto de ley y estamos en este proceso de trabajo”, remata.



PANORAMA POLITICO
“El Gobernador está muy fuerte, muy decidido a gestionar”

-¿Como hombre de la política, cómo ves el escenario?

-Veo que hay un Gobierno Nacional que trabaja con algunos aspectos muy negativos, que se pueden volver un búmeran. Es preocupante la disolución de la cohesión social. Creo que nuestro espacio, el peronismo, es quien establece la oposición más férreamente. A pesar de algunas pequeñas divisiones, dentro del Congreso Nacional, se ha mantenido el bloque unido. Los referentes políticos se han plantado, le han discutido mucho al Gobierno. Hay un presidente que realmente maneja la agenda comunicacional y política, pero siempre está un pasito más lejos de lo que puede ser parte de los acuerdos razonables de democracia, con un poquito más de crueldad y de goce, que eso antes no había sido visto y a todos nos deja asombrados y perplejos.

-¿Y en la Provincia?

-En la provincia la diferencia es que el Gobernador está muy fuerte, está muy decidido a gestionar, a hacer lo posible para sostener derechos. He recorrido innumerables hospitales con el Gobernador y, a pesar de todas las cosas difíciles que están sucediendo, él camina por los hospitales y se le reconoce el trabajo que ha hecho para mejorar las condiciones de atención, las condiciones de trabajo. Es un gobernador que camina muchísimo, que discute, que está muy cerca de la gente. Está difícil la situación porque es muy cruel lo que está pasando, porque aumenta el desempleo, aumenta la pobreza, los viejos no tienen los medicamentos, etcétera. Es cruel, pero creo que tenemos un peronismo que, si bien hay internas y hay discusiones, en términos generales se opone bien, con convicción, con ideología y con razones en términos nacionales; y en la Provincia tiene una conducción muy fuerte y un modelo totalmente distinto.



DESREGULACION FARMACEUTICA Y MAS
“Es necesaria una agencia de evaluación de tecnología sanitaria”

-Has sido muy crítico con la desregulación de la industria farmacéutica.

-Sí, porque el problema que tenemos con la salud es que no existe un mercado, porque yo voy a un médico y me dice “usted tiene hipertensión, tiene que tomar tal cosa”, es una indicación y no puedo elegir qué cosa quiero comprar, tengo que elegir exactamente lo que me diga ese profesional, entonces no hay libertad entre el que elige y el que no. Encima hay otras cuestiones más del mercado muy particulares que hacen que haya, por ejemplo, medicamentos oligopólicos o monopólicos, hasta patentes, que haya solamente un dueño de un medicamento, que puede ser que sea el único indicado. Hoy estamos con medicamentos que están cerca de los cuatro millones de dólares.

-¿Por eso es necesario un laboratorio estatal bonaerense también?

-El laboratorio es necesario para eso y también es necesaria una agencia de evaluación de tecnología sanitaria. Hay medicamentos que no están ni siquiera aprobados en el país y que, por vía judicial, son obligados los Estados a pagar sin que tengan evidencia científica. El sistema se rompe con eso, entonces tiene que haber una agencia que diga “esta medicación no está demostrada, o se puede comprar pero a tal precio”. Todos los países del mundo que tienen un sistema con derecho a la salud como el argentino lo tienen y la Argentina se lo debe. Pero la desregulación lo que generó fue un aumento del precio de los medicamentos por arriba de la inflación, que siempre pasa con sectores concentrados. Garantizó rentabilidad en el famoso PxQ, bajamos el flujo, aumentamos el precio. Es un error que deja a mucha gente afuera. 



LOGRAR QUE TODOS GANEN
“Tenemos un prestigio respecto a la idoneidad y honestidad en el trabajo”

-Hay sectores de la oposición que dicen que temen que el laboratorio que se quiere crear en la Provincia pueda convertirse en una caja política. 

-No. Todo tiene que ser auditable. En todo caso, pongamos en el propio proyecto de ley qué tipo de sistema de auditoría tiene que tener. Los laboratorios no son lugares muy opacos, son relojerías suizas, uno sabe exactamente qué está haciendo, qué va a hacer, a cuánto lo va a hacer. En el sector privado no hay obligación de eso, pero en el público la puede haber, a cuánto compro cada insumo, cuántos son los gastos fijos, cuál es la capacidad de producción por hora que va a tener tal medicamento. Está muy lejos de que tenga esa posibilidad. De todas formas, es una acusación sin sentido, uno podría decir eso de cualquier estructura público-privada, no hay ninguna cuestión que lo haga pensar en particular. Y creo que nosotros, ya con bastante tiempo de trayectoria, tenemos un prestigio y buen nombre respecto de la capacidad, la idoneidad y la honestidad en el trabajo.

-Ustedes insisten en que el laboratorio permitiría acelerar los procesos de compra.

-Eso sucede en todos lados. Uno va a los laboratorios más grandes del sector privado de Argentina y hay una parte, que se llama fasoneo, que terceriza la producción en otros laboratorios para poder llegar a hacer la elaboración de cierto medicamento en tanto tiempo. Es habitual, y el sector público lo podría hacer con el sector privado, trabajar articuladamente. Acá tenemos que lograr que todos ganen, porque hay una cantidad de recursos destinados a los medicamentos, pero quizás se están perdiendo oportunidades: hacer más barato, más eficiente. Se tarda demasiado tiempo en hacer ciertos procesos. El laboratorio Tomás Perón es el único que produce suero antibotulínico en el país. Bueno, pero si se nos rompe esa máquina no hay en el país quien lo fabrique. Una de las razones por las 
cuales queremos hacer la empresa pública es porque cuando el Estado tiene que hacer una compra de una máquina o un arreglo tarda muchísimo tiempo; que puede ser razonable para ciertos procedimientos, pero en otros, como pasa en salud, es incompatible con su funcionalidad. La idea acá es tener una empresa pública  que es del Estado, pero que tiene herramientas más dinámicas de gestión, acordes a una industria. 


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