El feriado por el Día del Respeto y la Diversidad Cultural posibilitó el primer fin de semana largo desde junio. Mar del Plata, el destino turístico por antonomasia de la costa, se llenó de expectativas, no sólo por los resultados particulares de la fecha sino por qué históricamente, el parate de octubre sirve cómo termómetro de la temporada veraniega, el plato fuerte del turismo.
Una de las cifras dónde se reflejan los resultados es en las reservas hoteleras. Según indicaron desde las cámaras del sector, la ocupación está en torno al 70% con mejores números en los establecimientos de mayor categoría. Otro número que miran los operadores turísticos es el movimiento en ruta. El jueves por la tarde, en la Autovía 2 se registraron poco menos de 700 automóviles sentido a Mar del Plata contra unos 250 que salían de "La Feliz".
Las expectativas, no obstante, son moderadas y la esperanza está puesta principalmente en los arribos de última hora, una dinámica que comenzó a acrecentarse a lo largo de los años
Una de las claves en materia económica para la ciudad estará en el consumo, qué distintas fuentes sindican cómo uno de los puntos más inestables de cada fin de semana largo o vacación. En otras palabras, más allá de cuánta gente llegue, la pregunta es cuánto gastarán en restaurantes, espectáculos y comercios de la ciudad.