Luego del cambio de Gobierno a nivel nacional, el sector manufacturero de la provincia de Buenos Aires sufrió un fuerte cimbronazo. A ocho meses de gestión mileista este importante engranaje de la economía se encuentra rengo. Esto devino en paralización de máquinas, suspensiones, despidos de personal o el cierre mismo de fábricas.
Según el Índice de producción industrial (IPI) del INDEC, la contracción del sector manufacturero es de un 21,5% respecto a igual mes de 2023. En este contexto, el sector textil, al tener una fuerte dependencia de la demanda interna, fue uno de los rubros más afectados por el nuevo rumbo económico.
Esto explica que a seis meses del año el uso de la capacidad instalada de la industria textil a nivel nacional sea de un 40,6%, 13 puntos menos que en 2023. Al mismo tiempo, esta situación se ve agravada aún más por la llegada de importaciones baratas de bienes de consumo y el aumento de los costos operativos, lo cual impacta directamente en la competitividad del sector frente a una demanda interna cada vez menor.
De acuerdo a datos brindados por la Subsecretaría de Industria y Pymes, en territorio bonaerense se encuentra el 55% de las empresas del sector, y se alberga más del 45% del empleo que genera. A su vez, desde la entidad señalaron que los indicadores del sector manufacturero son comparables con los de momentos de crisis como la salida de la convertibilidad en 2002 o la debacle 2018-2019 del gobierno macrista, incluso similar a lo observado en 2020 con la pandemia.
Como fichas de dominó que caen una a una, las empresas textiles que habitan en suelo bonaerense apagan sus máquinas, lo que se traduce en suspensión de personal y despidos o incluso el cierre de plantas productivas. Sin ir más lejos, la semana pasada se confirmaron nuevos despidos en Las Flores que, a causa de la fuerte recesión económica junto a la apertura de importaciones, ya lleva un total de casi 400 trabajadores desafectados en Coopershoes y Derwil.
La misma realidad ocurre en distintos puntos de la Provincia. Como ha señalado a este medio el presidente de la Cámara Textil de Mar del Plata, se han suspendido turnos, se han reducido horas y hubo casos de algunos despidos. Similar caso es el de Luján, otro importante polo textil de la Provincia, en donde el uso de maquinaria es del 50%, siendo que en 2023 era del 85%. Se le ha pedido al Concejo Deliberante que declare la emergencia del sector, puesto que sostiene 3 mil puestos de trabajo.
De acuerdo a un relevamiento realizado desde la Provincia, se ha tomado conocimiento de que más de 40 empresas del sector textil distribuidas en 15 municipios ya tomaron medidas con relación al empleo. Suspensiones y reducción de turnos son las principales medidas. Estas resoluciones afectaron a 570 personas, pero también sabemos que hubo más de 500 despidos en el sector.
Al mismo tiempo, desde el Gobierno de la provincia de Buenos Aires tienen la certeza de que si en todo el sector textil se perdieron 10 mil puestos de trabajo, como afirman desde las entidades textiles, por lo menos 5 mil son bonaerenses.
Si bien desde el Gobierno nacional aluden a una recuperación en V, lo cierto es que desde el sector textil no la ven.
Guillermo Fasano, Movimiento Nacional Pyme
Problemas estructurales, recesión e incertidumbre por importaciones
El presidente de la Cámara Textil de General Pueyrredón e integrante del Movimiento Nacional Pyme, Guillermo Fasano, realizó un diagnóstico de la realidad que atraviesa el sector textil, las consecuencias de las políticas del Gobierno nacional y los problemas estructurales que afectan a esta industria. Señaló que, si bien la apertura de las importaciones puede proporcionar acceso a insumos más económicos, también representa un desafío para las empresas locales que enfrentan problemas estructurales y una carga impositiva elevada. “En marzo/abril hicimos un diagnostico de la situación, todo este proceso de ajuste ha impactado en el nivel de actividad, consumo y producción dejando retrayendo un 30% menos nuestro mercado”, advirtió.
Respecto a alguna mejora a futuro, explicó que a nivel macroeconómico estamos en una L y que “por el momento no hay signos de mejora”. A su vez, señaló que el panorama a futuro “es un interrogante”, debido a que no hay noción del impacto que pueda llegar a tener la apertura de las importaciones.
Para Fasano la posibilidad de conseguir insumos importados representa una ventana hacia un saldo positivo. “En los últimos años tuvimos problemas para importar insumos por lo que la apertura puede ser beneficiosa. Pero, en Argentina hay buena calidad así que podemos competir. Lo que tenemos es un problema de costos y eso realza un problema estructural que tiene el país”.
En este sentido, remarcó que las Pymes argentinas enfrentan 4 principales problemas que detienen su crecimiento. Estos son: los juicios laborales, la falta de acceso al financiamiento, la altísima carga impositiva y la presión burocrática que les impide ser competitivas.
Por último, Fasano explicó que si bien la coyuntura explica la contracción que atraviesa el sector textil en la actualidad, no es ahí donde hay que detenerse. ”Hay que generar las condiciones para que las empresas puedan competir, y ahí va a haber crecimiento”, remarcó.
Lucas Ghi - Intendente de Morón
Los polos textiles del corazón del oeste sangran
En el partido de Morón la realidad es la misma que en el resto de los polos textiles de la Provincia, la profunda contracción económica y el alto costo para producir se lleva puesto al sector textil.
Lucas Ghi, jefe comunal del corazón del oeste, comentó respecto de la realidad del sector que la “situación es muy delicada. Hay una contracción muy fuerte de la actividad producto de la recesión, que empezó a golpear y se nota en distintas actividades”.
En este contexto, el intendente señaló que Morón tiene un componente Pyme muy importante y que los dueños le expresan su malestar. “Todos los sectores productivos, y también las organizaciones gremiales, coinciden en que hay un aumento muy importante de costos, como también a lo vinculado a servicios públicos junto a una caída de mercado, lo cual empieza a empujar el nivel de empleo. Hay suspensiones, vacaciones anticipadas y algunas desvinculaciones también”, señaló Ghi.
En relación a las políticas locales para hacerle frente a esta realidad, indicó que el Municipio incentiva la producción local a través de una reducción significativa en materia de tasas y gravámenes. De acuerdo al Índice de Actividad Económica Local, la industria y el comercio sufrieron una caída del 17%.
Hernan Alcolea, director de Comercio e Industria
Estrategias y políticas públicas al rescate de los productores locales
Hernán Alcolea, director de Comercio e Industria de Mar del Plata, graficó cómo, en medio de un contexto nada favorable para el desarrollo del sector textil, en donde MDQ integra uno de los polos productivos más importantes de la Provincia, buscan potenciar el consumo e intentan que los productores locales tengan oportunidades para conservar su margen de ventas.
“A través de varias rondas de negocios, una de ellas organizada junto a la Unión del Comercio, la Industria y la Producción de Mar del Plata (UCIP) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), buscamos contactar a los productores textiles locales con empresas que trabajan a nivel nacional e incluso algunas que exportan”, detalló el funcionario.
Enxplicó que esta ronda de negocios fue llevada a Coto, una de las cadenas de supermercados más grandes del país. “Desde esta empresa nos pidieron contactar con productores, entonces junto a la Cámara Textil local más nuestros contactos logramos integrar a más 20 comerciantes para que vendan sus productos en los supermercados Coto”, detalló Alcolea.
Además, señaló que junto a las entidades bancarias cerraron acuerdos para ofrecer descuentos y reintegros. “Nosotros no somos los dueños del mercado ni tampoco de la economía del país, pero desde la municipalidad tratamos de ayudar“, sentenció el director de Comercio.