A la rendición de cuentas 2023 sólo le falta el gancho en la 4ta Sesión Pública Ordinaria del próximo martes. Con el As de espadas que supone la mayoría, más el apoyo táctico de los libertarios, el gobierno logrará pasar los números del último ejercicio casi sin transpirar.
Más allá de la regularidad de los números -algo que casi ningún bloque cuestiones y cuyo veracidad corre por cuenta del Tribunal de Cuentas-, hay cifras de las que se desprenden datos políticos y de la gestión. Una de las rendiciones más alarmantes es la de Obras y Planeamiento, el área que conduce desde el comienzo Jorge "Guasa" González, el radical que reporta al ex-intendente Daniel Katz.
Una palabra define a la gestión González: sub-ejecución. El arquitecto y el Ejecutivo siempre argumentaron con temas de contexto. Primero la pandemia, luego los "descalabros" de la administración de Alberto Fernández. Año tras otro, la secretaría del "Guasa" sólo utilizó entre 20% y el 40% de los recursos previstos.
La última cifra, paradójicamente la "mejor" de los cuatro años de Montenegro podría ser un anticipo del 2024. Según los datos brindados por el propio Ejecutivo, de un total de 90 obras solo se ejecutaron 21, es decir, el 23%, mientras que 17 (19%) estuvieron en ejecución. Es decir, casi tres cuartas partes de las iniciativas no comenzaron por distintos motivos.
Con el cierre de la canilla de fondos para la obra pública por parte del gobierno nacional y el goteo del provincial, la cartera podría obtener un nuevo argumento para justificar los eventuales números magros del 2024.