Luego de 15 días volvieron las conferencias de prensa de los viernes, una dinámica comunicativa que el Ejecutivo decidió implementar este año. El intendente Guillermo Montenegro fue el principal interlocutor.
Durante la exposición, el ex-juez federal volvió mostrarse con traje de gestor ante el Ejecutivo nacional. En primer lugar, volvió a blanquear reuniones con el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona para pedir la base de datos necesaria para implementar el software de reconocimiento facial. La iniciativa también supuso encuentros con la cartera de Seguridad. Según la visión de Montenegro, la negativa a rubricar la información hasta el 2023 tuvo que ver con una cuestión ideológica de la gestión del Frente de Todos.
A su vez, refrendó el pedido de fuerzas federal -Prefectura y Gendarmería- ante el ministro de Defensa, el radical Luis Petri. Más allá de la cuestión cantidad/calidad, Montenegro hizo hincapié en la importancia de la coordinación.
El jefe comunal volvió, después de tiempo, a realizar críticas con nombre y apellido hacia la oposición. Puntualmente se refirió a la obra de La Rambla, una vieja promesa de la gestión bonaerense que estuvo en el Presupuesto 2002 y 2023. En ese sentido, recordó los anuncios hechos por Axel Kicillof y Fernanda Raverta, la candidata del peronismo a la que derrotó dos veces en las urnas.
Funcionarios a la cancha. Secretarios y presidentes participaron de la conferencia. A la hora de hablar del espacio público, el Ejecutivo sacó a relucir un elemento que comenzará a aparecer con mayor frecuencia: el mecenazgo. En ese sentido, la vinculación público-privada, será una herramienta para poner en valor plazas, escenarios deportivos y hasta incluso escuelas, bajo el modelo de padrinazgos.
Ante las consultas por el medido, el intendente no dudó en hablar de privatizaciones y que estas serán llevadas adelante en los casos que haga falta a los fines de no exigir el bolsillo de los vecinos.