La Tecla Mar del Plata
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La advertencia que lanzó el intendente Guillermo Montenegro en una de las primeras reuniones de Gabinete sobre la necesidad de mantener la armonía interna en el Gabinete frente las tensiones que se avecinaban, le terminaron de estallar ante sus propias narices. Y a escasos metros de la Sala de Situación que se transformó en una postal del gobierno en tiempos de pandemia. Más precisamente, en su propia oficina en el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), donde concluyó una pelea entre sus dos principales hombres.
“Estamos en una crisis, va a haber tensiones internas porque vamos a estar muchas horas juntos. Las ordenes se cumplen, no se discuten”, blanqueó Montenegro en aquel entonces. Entre otros, frente a él estaban el coordinador de Gabinete, Alejandro Rabinovich, y el secretario de Seguridad, Darío Oroquieta. Los mismos que hace “unos días 10 días” se trenzaron en una dura pelea, de acuerdo a las fuentes consultadas, quienes se mostraron con más reservas que de costumbre al momento de dar detalles.
Las diferencias sobre cómo encarar temas de gestión fueron subiendo de tono en una de las oficinas de planta baja del COM. De allí, sin ocultar su enojo, salió Rabinovich hacia el despacho de Montenegro. Tras sus pasos fue Oroquieta, quien escuchó como “el Ruso” vociferaba en su contra ante “el Gordo”- como lo llama cariñosamente al intendente-. Ni la presencia del jefe comunal aquietó los ánimos, donde todo concluyó cuando el coordinador terminó impactando un "cortito” contra el pecho del hombre que maneja la Seguridad en la ciudad. Ni la intervención de Montenegro terminó de apaciguar las tensiones y fue necesaria la llegada de algunos de los efectivos policiales que montan guardia en el COM. A esa altura, todo ya había trascendido más allá de la puerta del despacho del intendente y fue el comentario de los días posteriores.
El choque no se percibió como algo inesperado, aunque si su magnitud. Rabinovich es una de las piezas claves en la historia reciente de Montenegro, el armador político que se radicó hace más de dos años junto al por entonces diputado nacional pensando en la campaña 2019. Su designación como coordinador de Gabinete lo formalizó como el n°2 del Palacio Municipal.
El perfil de Oroquieta también se conocía como de alta exposición desde el minuto 1. La seguridad es una las cartas de presentación de Montenegro, al punto que acudió a una persona de su confianza para ocupar el cargo pese a no ser marplatense. La crisis por la pandemia le otorgó mayor centralidad aún, teniendo a su cargo en un primer momento la coordinación de los operativos para controlar el cumplimiento de la cuarentena, y luego, en los retenes de acceso a la ciudad. El propio Montenegro le otorga a este segundo aspecto un rol clave en el control de la pandemia en la ciudad.
El desborde de esa pulseada de egos era cuestión de tiempo. Y la hora llegó. Posiblemente en el lugar menos indicado.