La Tecla Mar del Plata
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En Casa Rosada ya nadie lo niega: Mariano Cúneo Libarona dejará el Ministerio de Justicia después de las elecciones nacionales. Su renuncia, hablada con Javier Milei y validada en los despachos más cercanos al poder, se suma a la del canciller Gerardo Werthein y agita aún más un gabinete en plena mutación. En ese movimiento, un nombre empezó a sonar con insistencia: Guillermo Montenegro.
El intendente de General Pueyrredon —y senador provincial electo— dejó de ser solo un actor local. En Balcarce 50 lo mencionan como “pieza útil” para ocupar Justicia en la nueva etapa del gobierno libertario. Su pasado como juez federal, su vínculo aceitado con Comodoro Py y su perfil negociador con el Poder Judicial lo colocan en el radar de Milei, que necesita tender puentes con tribunales y ordenar su frente interno.
La salida de Cúneo Libarona, que se formalizaría el lunes posterior a las elecciones, reacomoda el tablero: ya hay cinco bajas confirmadas en la cúpula nacional, entre ellas las de Luis Petri, Patricia Bullrich y Manuel Adorni por sus candidaturas. El oficialismo transita el sprint final de la campaña con un gabinete en movimiento y un dólar que no da tregua.
En ese contexto, se sigue allanando el desembarco de Montenegro al esquema nacional. En despachos libertarios reconocen que, si acepta el ofrecimiento, dejaría la intendencia incluso antes de asumir su banca en el Senado bonaerense. De concretarse, Agustín Neme quedaría al frente del Ejecutivo marplatense como intendente interino.
Montenegro ya no juega solo en la liga local. Lo ven como parte de la ingeniería que Milei prepara para ordenar Justicia, redibujar alianzas y contener a sectores que miran con recelo las decisiones del Presidente. “Encaja con lo que viene”, repiten en voz baja en el entorno oficial. En tribunales, en cambio, destacan su trayectoria en el fuero federal y su capacidad de diálogo. La pregunta ya no es si va a irse de Mar del Plata. Es cuándo.