La Tecla Mar del Plata
Todos los derechos reservados
Este 2025, el horóscopo chino nos presenta el "Año de la Serpiente de Madera", un periodo donde, al igual que este anfibio, los políticos parecen cambiar de "piel" con frecuencia. Así como la serpiente muda su piel periódicamente, muchos funcionarios cambian de espacio político, aunque algunos enfrentan dificultades debido a su arraigo. El tiempo dirá si logran adaptarse a estos nuevos aires o si seguirán aferrados a su lugar.
En el escenario político nacional, la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada marcó el inicio de una era con un electorado más alineado a la derecha. Este giro ha generado una disyuntiva en muchos políticos: algunos dudan si mantenerse en su espacio original o unirse a las filas de los libertarios.
En Mar del Plata, este contexto se refleja en los funcionarios del gabinete de Guillermo Montenegro, quienes, en su mayoría, tienen un pasado ligado al progresismo. Este perfil los coloca en una situación incómoda en medio de los tiempos actuales.
Uno de los más cuestionados es Santiago Bonifatti, exintegrante de Acción Marplatense y actual referente de Sumar, un espacio más cercano a la izquierda. Aunque el exsecretario de Gobierno no tuvo reparos en saltar a Juntos por el Cambio, aún se desconoce si cambiará nuevamente de rumbo.
En una posición aún más comprometida se encuentran los llamados “boinas blancas”. Estos dirigentes no solo han sido criticados por el presidente, sino que, la semana pasada, una referente local de La Libertad Avanza expresó que "no necesitamos a radicales". Los miembros de la UCR, conocidos por su inclinación hacia el progresismo, se han visto cuestionados incluso en temas como el de las universidades. Este panorama los pone en desventaja para seguir en el gobierno local o para integrarse a las filas de otros sectores.
Entre estos, se encuentran los secretarios de Salud, Viviana Bernabei, quien ya enfrenta críticas por su gestión, y de Educación, Fernando Rizzi, que busca llegar a los 36 meses de antigüedad para obtener una jubilación con rango. También está en la cuerda floja el polémico secretario de Obras, Jorge “Guasa” González.
Por otro lado, los radicales como la secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, deberán estar atentos a cómo se desarrollan los próximos movimientos, ya que podría saltar al Concejo Deliberante, dado que es concejal en licencia. En tanto, Gustavo “Tato” Serebrinsky, presidente del Comité local de la UCR y titular de Descentralización, se muestra como un político experimentado que sabrá adaptarse a los cambios.
En el campo de los lilitos, se encuentra Bernardo Martín, presidente del EmturyC, cuya afiliación a la Coalición Cívica, un espacio de tintes más progresistas, lo coloca en una situación compleja, sobre todo porque su fundadora, Elisa Carrió, se ha manifestado en contra de Milei. Sin embargo, Martín parece estar escuchando menos a la exdiputada nacional.
Los funcionarios del sector amarillo tienen una posición más flexible, ya que han mostrado coincidencias con el gobierno nacional, incluso aplaudiendo algunas de sus medidas. Entre estos se encuentran Fernando Muro, secretario de Desarrollo Local, y Mariano Bowden, presidente de Emvial, quien aspira a ocupar una banca en el Concejo Deliberante. Además, Sebastián D’Andrea, titular del Emder, no tendría reparos en sumarse al cambio de camiseta, aunque ha sido objeto de cuestionamientos.
Por último, hay quienes no tienen afiliación partidaria y seguirán ocupando sus cargos sin pensar en la política, centrándose solo en la gestión. Entre ellos se encuentran los secretarios de Legal, Técnica y Hacienda, Mauro Martinelli, y de Seguridad, Rodrigo Goncalves.
Mientras se definen los movimientos políticos, está en marcha el denominado “Plan Barney”, destinado a absorber dirigentes y convertirlos en parte del grupo violeta, ajeno a los acuerdos de las grandes esferas. Solo el tiempo dirá cómo se desarrollará este escenario en el Año de la Serpiente.