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Martes, 14 enero 2025
Argentina
14 de enero de 2025
BAJO LA LUPA

¿Quién es el responsable de La Saladita?

Comenzó una nueva temporada y la feria volvió a estar en el ojo de la tormenta. El paseo de compras, una postal poco feliz de Mar del Plata, es un lugar que nadie quiere atribuirse.

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Con la llegada de una nueva temporada de verano a Mar del Plata, vuelve a emerger el estado de irregularidad de la llamada "Saladita de La Rambla". En el corazón de una de las playas más icónicas de Argentina se desarrolla un millonario negocio. Su instalación, a finales del siglo pasado, respondió a un permiso otorgado por el Concejo Deliberante.


Posteriormente, la feria cayó en la ilegalidad hasta que se creó una Unidad Turística Fiscal (UTF) para mejorar el sector. Pero, con denuncias cruzadas entre el municipio y la Provincia, y señalamientos desde Unión por la Patria, surge la pregunta: ¿quién tiene la responsabilidad del lugar?


El comercio informal en las calles fue la alternativa que muchas familias encontraron ante la crisis económica desatada al final del menemismo y agravada en 2001. Mar del Plata, entonces líder en índices de desocupación, no fue la excepción. La proliferación de vendedores ambulantes y puestos fijos generó conflictos con comerciantes establecidos, quienes reclamaban por competencia desleal, mientras los consumidores buscaban mejores precios.





En noviembre de 1999, durante la intendencia del radical Elio Aprile, el Concejo Deliberante habilitó un espacio para los trabajadores enrolados en la Asociación de Vendedores Ambulantes de Mar del Plata. La ubicación elegida fue la vereda de la UTF Playa Bristol, y el emprendimiento comenzó a materializarse al año siguiente con gran éxito.


El permiso inicial, de carácter precario y con duración de tres años, fue renovado formalmente entre 2004 y 2009. Sin embargo, desde 2010 hasta 2022, la feria operó sin marco legal que la respaldara. En noviembre de 2021, la gestión de Guillermo Montenegro presentó un proyecto de ordenanza para crear la "UTF Paseo de Compras Bristol" y llamar a licitación, con el objetivo de reemplazar a "La Saladita". La iniciativa buscaba "un ordenamiento del espacio público que permita respetar el entorno paisajístico (enclave turístico histórico), generar nuevas oportunidades de trabajo y la posibilidad de ampliar, mejorar y modernizar los servicios que el sector brinda a la comunidad y a sus visitantes".



Tras meses de debate en el recinto, pedidos de informes y un maratónico plenario, la creación de la UTF y el llamado a licitación fueron aprobados por unanimidad en la décimo segunda sesión del período 107° del Concejo. El Ente Municipal de Turismo (Emtur), encabezado por Bernardo Martín, elaboró el pliego de bases y condiciones. Sin embargo, no avanzó el proceso licitatorio, por lo que la feria continuó operando con algunos cambios estéticos bajo el control del Sindicato de Vendedores Ambulantes (Sivara) de Mar del Plata.




Lo que comenzó como un proyecto colectivo derivó en un negocio particular liderado por César Lencina, entonces titular de la Asociación Mutual 18 de Enero, vinculada al Sivara y conducida por su hermano José. Tras el fallecimiento de “Indio” Lencina en octubre de 2022, Alberto Greco asumió la conducción del gremio hasta fines de 2024, cuando dio un paso al costado en medio de críticas y falta de apoyo. En su lugar, el gremio nacional designó como delegado normalizador a Juan Domingo Olmedo, con rango de secretario general, para reorganizar la representación sindical en la región hasta diciembre de 2025.



En enero de este año, Olmedo nombró a Walter Rivero como nueva autoridad. Entre ambos dirigentes administran la feria con cerca de 200 puestos, donde se cobraría un alquiler promedio de tres millones de pesos a los feriantes. Actualmente, la feria opera de forma irregular, aunque desde el Sivara esperan regularizar su situación. El conflicto regresó a la primera plana cuando Montenegro presentó una denuncia penal en los juzgados federales de la ciudad para exigir el desalojo de la feria, que ocupa parte del histórico paseo.


La noticia resonó en los medios nacionales, y el alcalde apuntó contra el gobernador Axel Kicillof por "el estado de abandono" del lugar, reiterando el pedido de municipalización de La Rambla. La reacción de los concejales de UxP no se hizo esperar.



Señalaron que la responsabilidad recae sobre la comuna, ya que el intento de crear una UTF en el lugar indicaría que está bajo jurisdicción municipal. Formalmente, el control de las UTF está a cargo del EmturyC, que administra y gestiona su funcionamiento, mientras que lo comercial corresponde a Inspección General. Martín, al ser consultado por La Tecla, prefirió no hablar del tema.




Más allá de las disputas políticas, el conflicto pone en evidencia que, junto a la postal icónica de “La Feliz”, persiste una realidad que impacta tanto a turistas como a vecinos. Ahora queda por ver si se logrará una mejora sustancial en el lugar o si todo continuará igual. El tiempo lo dirá.



La playa Bristol: 28 años de explotación precaria y sin licitación

 
La icónica playa Bristol Popular, una de las más reconocidas del país, continúa en una situación irregular, sostenida por la inacción de la política marplatense. Desde 1997, Ítalo Ravasio mantiene el control de esta Unidad Turística Fiscal (UTF) mediante permisos precarios y sin licitación.
 
En diciembre de 2024, el Ejecutivo volvió a enviar al Concejo Deliberante un pedido para extender su permiso, lo que aún debe ser convalidado. En 2022, el gobierno municipal presentó un proyecto de ordenanza para transformar la Bristol en una “playa pública equipada”, que respetara las “condiciones físicas, ambientales y paisajísticas” del espacio. Este pliego fue aprobado en agosto de ese año por unanimidad en sesión plenaria.


 
La iniciativa buscaba regularizar la situación y potenciar el balneario, ofreciendo servicios como alquiler diario de sombrillas, gastronomía, sanitarios públicos accesibles, actividades deportivas, alquiler de lockers, venta ambulante, duchas externas y una infraestructura adaptada para la accesibilidad y la seguridad.

 
Sin embargo, tras un único llamado a licitación el 31 de octubre de 2022, al que se presentó una sola oferta por $53.767.500 en obras y un canon anual de $2.040.000, superior al mínimo establecido, el proceso sigue sin resolverse.

 
A más de dos años, la UTF permanece bajo permisos precarios, con la administración actual a cargo de Ravasio, perpetuando una irregularidad que persiste sin solución definitiva. ¿Será el 2025 el año en que se vuelva a licitar la Bristol?





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