La Tecla Mar del Plata
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Las tensiones entre el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) y el gobierno de Guillermo Montenegro comenzaron a gestarse en diciembre de 2023, con el pago del aguinaldo. Hasta ese momento, todo parecía parte de las típicas disputas pre-fin de año. Sin embargo, el conflicto se intensificó debido a la falta de un acuerdo paritario y la imposición de un aumento por decreto, en un contexto de inflación persistente.
La disputa alcanzó un punto álgido, algo que no se había visto hasta ahora en lo que va de la gestión del exjuez federal. La tensión se expandió por pasillos, calles y tribunales. Entre los momentos más críticos, surgieron iniciativas que hoy parecen haber quedado en el olvido, como el proyecto de declarar esencial a todo el empleo municipal o el convenio colectivo de trabajo firmado durante la gestión de Carlos Arroyo.
Desde el 9 de agosto, cuando el STM y el gobierno de Montenegro lograron llegar a un acuerdo salarial, la situación parecía haberse calmado. El acuerdo estableció un aumento del 29%, distribuido en tres tramos: un 10% en agosto, otro 10% en septiembre y un 9% en octubre, calculado sobre el salario del mes anterior. A pesar de algunos cruces por cuestiones relacionadas con el EMVIAL, los descuentos salariales en la justicia, y el fallecimiento de Antonio Gilardi, histórico líder sindical, las aguas se mantuvieron relativamente tranquilas.
Sin embargo, las tensiones podrían reavivarse la próxima semana. Tras los aumentos escalonados, se abrirán las paritarias, y tanto el Ejecutivo como el STM deberán sentarse a negociar nuevamente, en un contexto de incertidumbre económica y con la presión adicional del medio aguinaldo que se debe abonar.