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Martes, 1 octubre 2024
Argentina
1 de octubre de 2024

Unión por la Patria: en busca de la salida del laberinto

La interna a cielo abierto del peronismo expone la crisis de liderazgo que atraviesa tras la derrota ante Milei. El dedo de Cristina, las nuevas canciones de Kicillof y la especulación de Massa

Unión por la Patria: en busca de la salida del laberinto
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Unión por la Patria (UP) no logra salir del laberinto de la crisis política que atraviesa y le urge llegar a buen puerto. El enfrentamiento que protagonizan las tropas camporistas y kicillofistas complejiza un escenario en el que se discute el rol de conductora de Cristina Fernández de Kirchner. Con un Sergio Massa expectante, Axel Kicillof gana protagonismo mientras recibe presiones de los suyos y de sus detractores. 

“Si Cristina es candidata para ordenar la interna es un signo de debilidad de ella”, dijo un funcionario provincial que entona las nuevas canciones que propone el Gobernador, y expresó que la expresidenta “debe estar por encima de todos”. El análisis que realizó lo explicó en que con un liderazgo claro no se plantearía la necesidad de una postulación para ordenar a la tropa. 

No obstante, una voz que asoma desde la otra vereda responde que no cree que “tenga que ser candidata para ratificar la conducción. Candidata o no, es la líder más importante de este espacio”. Asimismo, insisten que “Axel no es el problema”, apuntan a su entorno y ratifican que debe ser un “representante” del kirchnerismo bajo el liderazgo de CFK. 

Por su parte, desde el camporismo reconocen que Cristina está en modo candidata, algunos la ven en 2025, otros la sueñan en la carrera presidencial de 2027 sin que necesariamente tenga que ser integrante de una lista el año que viene. Por lo pronto, ella busca ser la contracara de Javier Milei, la líder de la oposición, una estrategia que al Presidente también le conviene. “Cada vez que ella le contesta a Milei mueve el avispero, y cuando habla cualquier otro nadie dice nada”, se ufanan en La Cámpora. Un dato de la realidad que lleva inoculado un dardo hacia Kicillof. 

Las alertas en el camporismo comenzaron a sonar también porque trascendió que la Cámara Federal de Casación Penal podría confirmar la pena de seis años de prisión contra CFK, por el delito de fraude al Estado al direccionar licitaciones de obras públicas en la provincia de Santa Cruz en beneficio del empresario Lázaro Báez. “Quieren correrla de la cancha”, dijo Mayra Mendoza en un contexto en el que se empieza a especular con una posible candidatura de la expresidenta. De este modo, al tiempo que comienza a resurgir un operativo clamor,  también aparece el fantasma de una proscripción definitiva. “Apelan a la represión o a la persecución judicial contra quienes ejercen oposición verdadera y no sólo de palabra”, resaltó la Intendenta de Quilmes.

También se encargan de ventilar que existen ruidos internos en los sectores que acompañan al Gobernador y aseguran que no le ven posibilidades de que Axel enfrente a Cristina. A su vez, cerca del Instituto Patria hacen saber su enojo con “los cuatro vengadores” que rodean al Gobernador: Jorge Ferraresi, Andrés Larroque, Carlos Bianco y Mario Secco. Le endilgan que, por cuestiones personales y disputas territoriales, encaran una cruzada “para jubilar” a la expresidenta.

En el entorno de Kicillof dicen que Cristina también habla de nuevas canciones, aggiornadas a la etapa libertaria, pero que tampoco eso es del todo creíble porque el espacio gobernó 16 de los últimos 20 años, aunque ella no cuente como propio el gobierno de Alberto Fernández. Además, evalúan que Axel  es una centralidad emergente que está en disputa, y se quejan de que CFK no reivindique la gestión bonaerense ni que tampoco hable de la pelea de Milei con la Provincia. También le achacan que sólo hace hincapíe en La Cámpora.

Del mismo modo, dejan trascender que hay varios intendentes que están en una nebulosa porque hay mucha presión “que no sólo es política” por parte del kirchnerismo. Por eso, las presencias y ausencias de los jefes comunales en los actos de Máximo y de Kicillof generaron controversias en ambos bandos.

Hay quiénes expresan que los alcaldes -actores claves que inclinan la batalla del poder territorial- que todavía no definieron en dónde jugar es más por temor a las consecuencias en sus territorios. La mayoría -según cuentan en un campamento de peso- entienden que “Axel es el futuro”, pero que les preocupa que desde el Patria comiencen a limarlos y que las consecuencias sean quedarse sin el mando del distrito ante la oposición. 

Los dardos también van para el Frente Renovador: “Massa no aparece, pero manda a Malena”, refunfuñan. La actitud del massismo es la de no meterse en la disputa y esperar la resolución de la pelea sin entrar en conflicto -sobre todo- con Cristina. “Sergio ya gastó su bala de plata, pero es un tipo muy inteligente que seguirá esperando el momento adecuado para dar el próximo paso”, sentenció un dirigente a este medio.

“Si no es candidata, Axel es ideal si se mantiene bajo la conducción de ella”, indicaron cerca de Máximo. Pero advirtieron que el “armado de Kicillof está condicionado por la revancha y la venganza. Aspiramos que reflexione y se ordene”, afirmaron sin titubeos para marcar la cancha. 

Sobre la mesa de decisión para el armado de las listas, manifestaron que “la birome tiene que ver con el poder real, el que tiene la birome es porque la puede tener. Ellos están cuestionando si escribe o no tu nombre, pero la lapicera la tiene quien tiene la capacidad de tenerla y los que se quejan es porque no la pueden tener”.

Quienes frecuentan a Kicillof comentan que no acuerda con el plan de La Cámpora de que él sea un delegado de Cristina y que está decidido a armar su propio esquema. Sin embargo, entienden que hasta el momento no ha dado los pasos necesarios para plantarse como una alternativa real a la conducción de la expresidenta. “Todavía no le crecieron las uñas de guitarrero”, graficaron entornistas, pero se mostraron con optimismo hacia el futuro. 

Para esto también entienden que es vital poder ampliar su rango de contención, y no sólo desde aspecto político, sino también territorial. En ese sentido, adelantan que profundizarán los lazos con otras provincias y sectores sociales. Tanto Formosa como Misiones aparecen en el radar, al tiempo que hacen buenas migas con Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja que puja por la presidencia del PJ nacional. 

Las discusiones en el peronismo no encuentran un rumbo y no logran salir de un laberinto con caminos sinuosos. El cambio de etapa política los obliga a tomar la decisión sobre reorientar las perspectivas o sostener la actual conducción tras la derrota en las urnas.


Unión por la Patria: en busca de la salida del laberinto


SON DECISIONES
Y pensar que todo gira en torno a un simple dedo señalador

“Ahora dicen `el dedo de Cristina´. Y la pregunta que quiero hacer es ¿si los que fueron señalados por el dedo de Cristina se quejan, qué nos queda a los que no hemos sido señalados por el dedo de Cristina y seguimos haciendo todo lo que tenemos que hacer? Nadie se puede ofender”. 

La frase disparada por Máximo Kirchner en el club Atenas de La Plata repercutió fuerte en el mundillo interno. Le asiste la razón cuando subraya que si el señalamiento te favorece no hay reproches y si te esquiva viene la censura al procedimiento. No tiene tanto la razón cuando se excluye del beneficio. Máximo y muchos dirigentes de La Cámpora sí han sido ungidos en varias oportunidades por el dedo de Cristina. A tal punto que, en su caso particular, le dio el privilegio de manejar la lapicera a la hora del cierre de listas.

Pero, sin dudas, la dedocracia que el peronismo margina y aplaude con la misma intensidad según el perjuicio o beneficio que de ella derive, es un tema central en esta discusión interna. Quien tendrá la lapicera y tome el mando de armar las listas el año que viene es lo que se juega ahora. La fantasía de una mesa tripartita para el reparto por partes iguales es hoy una utopía, y si eso no se resuelve será imposible sostener a Unión por la Patria tal como se la conoce.

“Si no queda claro que Axel es el jefe político de la Provincia el año que viene, y el diseño electoral no es producto de la realidad territorial y de consenso se va a complicar la elección en la Provincia”, advierten desde la mesa que acompaña políticamente a Kicillof. Es decir, traspasar el dedo decisor. Bueno, Máximo ya avisó que esa claudicación de la expresidenta no llegará.

Para dar muestras de que quienes hoy vituperan la dedocracia de la dama y ayer nomás decían otra cosa, porque eran los bendecidos basta un ejemplo. En una entrevista a la revista La Fragua, en 2016, cuando le preguntaron sobre los que por entonces pedían autocrítica en el peronismo, Jorge Ferraresi dijo: “Son aquellos que cuando estaban en una lista electoral no pedían autocrítica porque decían que era sabio el dedo que los elegía; ahora, cuando el dedo no los señala, el dedo deja de ser sabio”. Lento telón.



EL IMAN AK
El efecto Kicillof y las tensiones internas en las organizaciones

Axel Kicillof se consolida como la figura del peronismo con mayor proyección y se transforma en la esperanza de muchos sectores del peronismo, en un contexto en el que gobierna La Libertad Avanza. El crecimiento del gobernador bonaerense genera preocupación no sólo en la tropa libertaria, sino también en quienes lo ven como una amenaza hacia sus perspectivas futuras dentro de Unión por la Patria. 

En este marco, las discusiones internas entre Máximo Kirchner y Axel Kicillof permean hacia el interior de las organizaciones del amplio mundo del justicialismo. De esta manera, se produce una división de aguas entre quienes cuestionan al primer mandatario provincial y quienes consideran que es el principal activo para volver a la Casa Rosada.

Uno de los casos de mayor resonancia es el que aconteció en La Cámpora, la organización emblema del kirchnerismo de paladar negro. La salida de Andrés Larroque expuso las diferencias con la plana mayor, que luego se evidenciaron con otras rupturas en diferentes distritos de la Provincia. Además, también se produjo el alimento con Kicillof de dirigentes como Gabriel Godoy, la legisladora Ayelén Durán y el intendente Rodrigo Aristimuño.

Por su parte, Nuevo Encuentro atraviesa una situación particular. Sabida es la vinculación directa con el camporismo y la llegada a Cristina Fernández de su caonductor Martín Sabbatella, mientras que Lucas Ghi (intendente de Morón) se ha mostrado más cercano a Kicillof, De hecho, participó de sus actos, y eso genera tensiones internas. La relación entre Sabbatella y Ghi atraviesa su peor momento.

El Movimiento Evita también tiene sus rencillas mientras busca consensuar un nombre para proponer como diputado nacional en 2025. Tanto Emilio Pérsico como Mariel Fernández -que sostienen diferencias entre sí- y Leonardo Grosso hacen buenas migas con Máximo. En tanto, Gildo Onorato y Eduardo “Cholo” Ancona, se orientan hacia el Gobernador. 
Lo cierto es que Kicillof actúa como un imán no sólo para la militancia de las organizaciones, sino también para dirigentes de primera línea de las diferentes partes de Unión por la Patria. 


Unión por la Patria: en busca de la salida del laberinto


VEREDAS DISTINTAS
El gabinete bonaerense también muestra sus grietas 

El loteo del gabinete bonaerense está compuesto principalmente por ministros que responden a Axel Kicillof, otros que provienen de La Cámpora, algunos cristinistas de pura cepa, y representantes del Frente Renovador, entre otros sectores de Unión por la Patria. Las discusiones internas son transversales y los funcionarios de primera línea también hacen su juego.

La profundización de los debates entre dos sectores bien definidos obliga a muchos a tomar posicionamiento entre el Gobernador bonaerense y la tropa comandada por Máximo Kirchner. Las fotos y presencias, tanto en los actos de gestión como los políticos, trazan las fronteras entre unos y otros. 

El encuentro de Mar Chiquita comandado por Kicillof partió aguas y el panorama se terminó de delinear con la presentación de Kirchner en La Plata. Alcaldes y ministros priorizaron a dónde ir y sólo unos pocos decidieron participar de las dos instancias. Desde la Gobernación bonaerense tomaron nota sobre ausencias y presencias en la jornada kicillofista y están decididos a tomar cartas en el asunto. 

Kicillof suele convocar todos los lunes a Andrés Larroque, Gabriel Katopodis,  Carlos Bianco y Cristina Alvarez Rodríguez para hacer una evaluación política de la coyuntura. Tras el plenario en Santa Clara del Mar, los tres primeros puntearon a los 26 intendentes que fueron, pero sobre todo pusieron la lupa sobre los ministros que no estuvieron.

Los que no se vieron por Mar Chiquita fueron Juan Martín Mena (Justicia), Nicolás Kreplak (Salud), Daniela Vilar (Medio Ambiente), Alberto Sileoni (Educación) y Florencia Saintout (Instituto Cultural). Kicillof los convocará a su regreso de México para reunirse de manera individual con cada uno.

Cerca del mandatario tienen en claro que los funcionarios de La Cámpora no irán a ninguno de los actos ya que así lo establecieron en el plenario de Florencio Varela. Por ese motivo destacan la presencia de una delegación del Frente Renovador, como así también se enteraron que Juan Pablo de Jesús apretó botones para evitar una mayor presencia de alcaldes y de militancia de la Quinta Sección. “Axel les va a hacer sentir el rigor a los ministros”, dijo un funcionario a La Tecla sobre quienes fueron al acto K en el que se cantó contra el propio Gobernador en suelo platense. Si bien Kicillof mostró un semblante de distención, puertas adentro hacen saber el fastidio por lo acontecido.



LA LEGISLATURA HABLO
Una señal de amor en el escenario donde se libra una sorda guerra

Se preocupó, y mucho, el oficialismo legislativo en remarcar que la votación en la Cámara baja para aprobar el RIGI bonaerense se consiguió con el acompañamiento de los 37 diputados de Unión por la Patria, cuando las demás bancadas se abstuvieron o votaron en contra. Pero nada es inocente, y la última sesión fue una batalla con cevitas en la guerra que el kirchnerismo y sus aliados mantienen con el Ejecutivo, algo así como un alimento contaminado con laxante.

Unidos, La Cámpora, el Frente Renovador y los legisladores que responden a Martín Insaurralde le dieron a Kicillof la herramienta, y ataron los acuerdos para que el proyecto avanzara, consiguiendo los dos tercios para su tratamiento, y se aprobara casi sin modificaciones (el radicalismo había anticipado que acompañaba si le hacían cambios que habían pedido). Incluso, hay quienes aseguran que hubo un operativo seducción con la bancada aliada de Unión Renovación y Fe para que se abstuvieran cuando la primera intención era votar a favor. “Tenían que demostrarle a Kicillof que le sacan las leyes que pide y que en eso se muestran unidos”, pronosticó un legislador opositor.

La evidencia de los hechos marcó que una expropiación tratada después tuvo más votos a favor que el RIGI, que salió con poco más de un tercio de las manos del recinto. No deja de ser un dato en un mundo donde los gestos dicen mucho. 

¿Por qué el bloque de diputados necesitaba dar esta muestra de acompañamiento? En una de las últimas reuniones con Cristina, el Gobernador se quejó de los proyectos que estaban parados en la Legislatura. Cuentan en despachos parlamentarios que la expresidenta dijo “muchachos, con la interna todo bien, pero eso no puede complicar la gestión”. Quizá el único tirón de orejas para sus protegidos, cuando la ola de reproches de ella a Kicillof fue mucho más profunda.

No obstante, que el mandatario hable estas cuestiones directamente con ella, salteando a Máximo y a Facundo Tignanelli (presidente del bloque) enoja, y mucho, en La Cámpora. “No se puede quejar (Axel), el proyecto entró el 11 de septiembre y se votó el 25”, retrucó un camporista.

Kicillof no se queja de este proyecto en particular, sino de otros que descansan en las Cámaras. El que más le interesa es el del laboratorio de medicamentos. En ese sentido, al final de la última sesión, Tignanelli mandó otra muestra de buena voluntad al Ejecutivo, pidiéndole a la oposición que se acelere el tratamiento de la norma que permitirá crear un laboratorio provincial con participación privada. Pasó la pelota de cancha, pero sin la patada del oficialismo tampoco habrá gol. Será la próxima señal, para bien o para mal.

Los legisladores que responden a dirigentes que acompañan a Kicillof quedaron atrapados en la estrategia que se discute entre La Cámpora, el FR y el insaurraldismo. Ese escenario es el que el Gobernador quiere romper en 2025, donde el trofeo principal es el control legislativo, y para eso necesita sí o sí influir en la lapicera.


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FRENTE RENOVADOR
Al margen de la interna, Massa se guarda y busca sostener el equilibrio

Sergio Massa mira la interna entre el kirchnerismo y el kicillofismo de reojo, pero con suma atención. Espera que Cristina -desde el massismo se hace hincapié en ella- “ordene la pelea entre sus dos hijos” y, depende las circunstancias y su conveniencia, a veces se muestra más cerca de uno o del otro. 

Cada vez que hay un acto, los intendentes del Frente Renovador llaman al jefe y éste digita si van o no, y cuántos. Así, Javier Gastón, Alberto Gelené y Sabastián Ianantuoni estuvieron con Kicillof en Mar Chiquita, y Blanca Cantero y los legisladores Micaela Morán y Alexis Guerrera con Máximo en La Plata. Tres y tres. En ambos casos, desde los campamentos organizadores destacaron el gesto del tigrense.

Hay quienes sostienen que a Massa lo beneficia el juego de La Cámpora para limar las aspiraciones presidenciales de Kicillof, pero el diálogo con el eje Máximo-Insaurralde tiene altibajos, como también los tiene con el Gobernador.

“Las discusiones por los liderazgos no son para ahora, están demasiado adelantados, por eso la interna entre Kicillof y Cristina la tomamos con distancia, es un sinsentido en este contexto”, reconoció uno de los hombres más cercanos a Massa, quien cree que es momento para que la oposición esté más concentrada en confrontar las políticas de Milei. En ese sentido, hay reclamos para que el líder del Frente Renovador salga más a escena. Quienes justifican la estrategia aseveran: “Ya habló demasiado en la campaña, nadie puede decir que no dijo lo que iba a pasar y está pasando. Hay que esperar que los efectos de las decisiones se den en la práctica”.

Ven con preocupación la interna a cielo abierto, sostienen que es momento de hablarle a la sociedad de otra cosa y no mostrarle una lucha que no deja de ser más que por cargos, cuando lo que viene es una elección legislativa. Tampoco concuerda Massa con la polarización del kirchnerismo con Milei, llevando otra vez la discusión a los dos extremos,  “cuando las elecciones polarizadas las definen los sectores del medio, los moderados, y si vos seguís la estrategia de polarización beneficiás al Gobierno”, subrayó un colaborador del exministro. 

En el massismo critican la estrategia de Kicillof, porque sostienen que junta un kirchnerismo residual que, para disputar cargos, lo empujan al Gobernador a una interna. Esa crítica es: “Si llegó hasta acá sin una agrupación política por qué ahora se pone a discutir eso. Si sos el candidato, porque medís, vas a ser el candidato de todos, no necesitás pelearte con nadie”. 

 

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