La Tecla Mar del Plata
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El desarrollo urbano en Mar del Plata avanza por carriles desiguales. Mientras el sector privado bate récords en metros cuadrados aprobados para nuevas obras, la obra pública atraviesa un parate que ya acumula años de baja ejecución y promesas incumplidas. La ciudad se construye, sí, pero sobre todo con inversión privada.
En ese contexto, el intendente Guillermo Montenegro celebró en sus redes sociales un dato que considera histórico. “Un gran acontecimiento para Mar del Plata: durante este primer trimestre se aprobaron 200.000 metros cuadrados de obras privadas. Récord histórico”, publicó en su cuenta de X.
Según precisaron desde la Secretaría de Obras del Municipio, la cifra oficial fue de 192.022,85 metros cuadrados registrados entre enero y marzo de 2025. Este crecimiento no es casual. Se apoya en el Régimen de Incentivos a la Construcción —vigente desde la pospandemia y prorrogado recientemente— y en el respaldo político que el Ejecutivo encontró en el Concejo Deliberante, que facilitó numerosas excepciones e indicadores urbanísticos para desarrolladoras. El gobierno local celebra el dinamismo del sector como motor económico y generador de empleo en un contexto nacional complejo.
Pero mientras el cemento privado se multiplica, el Estado local atraviesa un escenario muy distinto. Informes oficiales de Contaduría y del propio Ejecutivo revelan que la Secretaría de Obras y Planeamiento Urbano, a cargo de Jorge “Guasa” González, ejecutó solo el 50% de su presupuesto en 2024: se usaron $3.307 millones de los $6.491 millones previstos.
En términos concretos, eso implicó que solo se concluyeran 10 de las 33 obras proyectadas. Desde la Secretaría argumentaron que se trató de un presupuesto “austero y realista”, con foco en las obras en curso que podían sostenerse con los recursos disponibles. Pero también reconocieron el impacto del “reordenamiento de las cuentas públicas nacionales”, una forma elíptica de responsabilizar al gobierno de Javier Milei por la paralización del financiamiento.
La tendencia, sin embargo, no es nueva: durante los primeros cuatro años de gestión de González, su cartera ya había registrado los peores niveles de ejecución entre todas las dependencias municipales. El ajuste fiscal profundizó una situación crítica.
Así, Mar del Plata se expande, pero lo hace de manera desigual. El protagonismo lo tiene el sector privado, que avanza con nuevos desarrollos y récords de superficie. La obra pública, en cambio, quedó en pausa.