En una comisión con pocos expedientes "picantes", la discusión política provino de las cuestiones previas. La primera estuvo a cargo de Eva Ayala, concejala de Acción Marplatense, y giró en torno a últimos posteos y medidas de Guillermo Montenegro vinculadas a la seguridad.
En concreto, la edil pultista criticaba el lenguaje y la perspectiva utilizada por el intendente. "Barrer pobres en vez de asistirlos es el espectáculo más desagradable que puede tener la ciudad", afirmó Ayala quién además criticó la falta de un censo de personas en situaciones de calle y las no contestaciones de proyectos opositores en comisiones, un reclamo frecuente en la retórica del vecinalismo.
Luego de que Ayala refiera a la cuestión del narcotráfico y la inacción del Municipio, múltiples concejales oficialistas pidieron la palabra. Entre ellos, la propia presidenta del Concejo Deliberante, Marina Sánchez Herrero, que bajó del estrado a una banca para replicar el argumento y a la vez criticar la convocatoria de vecinos a la comisión de Seguridad "a sabiendas de qué no tendrían respuesta".
Agustín Neme, jefe de la bancada Pro que se mostró activo y alineado a la narrativa de Montenegro en redes, aseguró qué no iban a "permitir que se descontrole el espacio público" y le pidió a la oposición que "deje de romantizar cuestiones delictuales".
Otro que se sumó a la faena de declaraciones fue Julián Bussetti, que aprovechó para sacara a lucir el proyecto de "Desinfección Legislativa". El joven edil del Pro mostró una Ordenanza de 1948, cuándo gobernaba el peronismo, dónde se prohibía la "mendicidad" y se llama al accionar de la fuerza pública.