El recuento de votos supone la puntada final de todo el proceso electoral. La importancia de los fiscales en el sistema de boleta de papel es suprema: reposición, denuncia de robos y garantía de un conteo justo son algunas de las tareas que la militancia de las fuerzas en pugna llevan adelante. En este sentido, contar con la cantidad de personas a disposición y una fiscalización de calidad es una de los temas acuciantes entre las cuatro listas que buscarán hacerse con la intendencia y los ediles.
Según datos de la Cámara Nacional Electoral, General Pueyrredon cuenta con 569.590 electores (a los que se suman casi 20.000 extranjeros) distribuidos a lo largo de 1643 mesas, por lo que este se vuelve el número mínimo de fiscales que se requerirán el 22 de octubre. A su vez, estas están divididas a lo largo de 273 centros de votación que necesitarán, a su vez, de un responsable o autoridad por espacio.
¿Cuales son los circuitos dónde mayor número de fiscales urgen? La tabla es similar a la del tamaño de electores. En este sentido, el 366, con 84.538 votantes tendrá 242 mesas. En segundo lugar queda el 367 con 70.307 electores y 201 urnas. El podio lo completa el 366A con 56.653 marplatenses en condiciones de votar y 162 depositarios del sufragio.
El desafío de fiscalización atraviesa de forma diferente a cada fuerza. Encuentro Marplatense, con mejores rendimientos en la periferia, buscará levantar en el centro, mientras que Juntos por el Cambio buscará cuidar su caudal en dicha zona para sostener la victoria. Libertad Avanza, por su parte, tendrá que garantizar una mejor tarea que en agosto dónde aseguran haber perdido de votos entre robos y ausencias.