A doce ediles se les vence el mandato el año que viene. Cómo se perfilan en medio de las tensiones de la superestructura, a quiénes responden y qué chances tienen de sostener la banca.

En vísperas de un nuevo año electoral, las distintas fuerzas que integran el Concejo Deliberante marplatense comienzan a prepararse para definir cuáles serán los candidatos.

Una cuestión clave a determinar es la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). A pesar de la presión del kirchnerismo, hoy la posibilidad luce lejana ante la resistencia del presidente Alberto Fernández y de la oposición.

En el plano local, las huestes que responden a Guillermo Montenegro buscan surfear las diferencias y sostener la unidad de Juntos por el Cambio a toda costa, lo que le ha permitido a la alianza alzarse con el triunfo en las elecciones de 2015, 2017, 2019 y 2021.

De cara a 2023, el Legislativo deberá renovar doce bancas. El oficialismo pondrá en juego tres, una por cada socio mayoritario: PRO, UCR y Coalición Cívica. Las negociaciones serán arduas, teniendo en cuenta las ansias de mayor protagonismo de los boinas blancas, apuntalados por el ascenso de Maximiliano Abad, titular del Comité Provincia y aspirante a la Gobernación. Mientras que el PRO deberá contener a todas las líneas internas.

En la otra vereda, el Frente de Todos someterá ante el voto cinco escaños, luego de la dura derrota por casi 20 puntos del año pasado. En medio del fuego interno que aqueja al peronismo, la fuerza que responde a Fernanda Raverta también deberá hacer equilibrio entre los distintos socios para definir las candidaturas; entre ellos, La Cámpora, el massismo, el alfonsinismo K, los movimientos sociales y Patria Grande.

Después de no meter ningún concejal en 2021, Acción Marplatense se juega la permanencia: debe renovar sus dos bancas. Mientras tanto, Gustavo Pulti deshoja la margarita y evalúa cómo posicionarse en medio de una polarización que lo ha marginado.

Por su parte, el bloque Creciendo Juntos tiene a dos ediles que ingresaron por el oficialismo y hoy cambiaron su rumbo. Alejandro Carrancio se unió al sector libertario de Javier Milei y competirá bajo ese sello. En tanto, más difusa es la situación de Nicolás Lauria: cabeza de lista de Montenegro en 2019, rompió con el intendente y volvió a realinearse, pero su fidelidad está en duda.

En este marco, La Tecla realiza un repaso de cada uno de los concejales que deben renovar su banca, a quiénes responden, sus chances de permanecer en el Legislativo y el perfil que han mantenido durante estos años.

Agustín Neme (Vamos Juntos): Es el presidente del bloque más afín a Montenegro, pertenece al ala PRO que se referencia en Emiliano Giri, el titular del partido a nivel local. En la actualidad conduce la comisión de Ambiente y suele ser la voz informante del Ejecutivo cuando se elevan proyectos. Ante el conflicto de las usurpaciones pidió quitarles los planes sociales a quienes tomen terrenos. Sería número puesto para renovar la banca el año próximo.

Alejandro Carrancio (Creciendo Juntos): Inició su periplo en 2019 como jefe de bloque de Vamos Juntos, pero su voto negativo al pliego del transporte en 2021 lo obligó a pegar el portazo. Está ligado al exsenador bonaerense Lucas Fiorini, fundador del partido vecinalista Crear y hoy en las filas del FdT. Férreo opositor al gobierno, el lugar de Carrancio no estaría en el HCD: se volcó al sector libertario y se encamina a ser el candidato a intendente de Javier Milei en 2023.

Liliana Gonzalorena (Coalición Cívica): Uno de los perfiles más bajos en el HCD. Impulsó proyectos vinculados a los derechos de las personas con discapacidad. Fue elegida recientemente vicepresidenta de la Coalición Cívica local, lo que podría ser un espaldarazo para su renovación, aunque tiene otros competidores. Su futuro está sujeto al acuerdo que logre Juntos. El lugar podría ser ocupado por Guido García, también refrente de la CC.

Horacio Taccone (Acción Marplatense): Fue cabeza de lista en las elecciones de 2019. En 2021 se postuló para el Senado provincial, pero no le alcanzó. Todo parece indicar que será candidato, aunque el cargo al que aspira es un misterio. Si bien fue la cara visible de la oposición dialoguista al gobierno, en el último tiempo el bloque se mostró más cercano al FdT. Preside el club Once Unidos, donde, curiosamente, el PJ bonaerense hizo su último congreso.

Marianela Romero (UCR): Una de las más fieles a Maximiliano Abad. Es presidenta del bloque y tiene grandes chances de renovar su banca, la única que vence en la UCR. Entre 2020 y 2021 condujo la estratégica comisión de Obras y fue una de las impulsoras de la perspectiva de género, junto con Sol de la Torre. Suele mantener una postura dialoguista, lo que es reconocido también por la oposición.

Nicolás Lauría (Creciendo Juntos): Cabeza de lista de JxC en 2019, su recorrido estuvo signado por las idas y vueltas. Rompió con Montenegro tras las legislativas, luego de que no le dieron lugares en la lista a compañeros de su espacio. Se alió con Carrancio y crearon un nuevo bloque, pero muestran posturas disímiles. Ahora se realineó con el gobierno, al que le dio votos claves para sacar ordenanzas. Se rumorea un posible desembarco en el Ejecutivo en 2023.

Marina Santoro (Frente de Todos): De La Cámpora y referenciada en Andrés Larroque. Preside el bloque y mantiene un perfil alto y contestartario en las sesiones, siempre ligada a los cruces más directos con la bancada oficialista. Se vio beneficiada por el cambio en la ley que pone límites a las re-reelecciones, ya que acumula dos mandatos consecutivos, por lo que estaría habilitada a renovar su banca. Es una de las que presentan más proyectos.

Paula Mantero (Acción Marplatense): Fue vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social de la Universidad Nacional de Mar del Plata, por lo que ha buscado darles lugar a los temas vinculados a la salud. Integra la mesa directiva del HCD, pero suele mantener un perfil bajo. Su renovación es una incógnita, teniendo en cuenta la tendencia a la rotación de candidaturas en AM, donde habría más de una mujer para ocupar los primeros lugares.

Roberto "Chucho" Páez (Frente deTodos): Forma parte de la pata sindical -fue reelegido como secretario general de la Asociación Gremial de Empleados de Administración, Maestranza y Servicios de Casinos (AMS)- y es alfonsinista del FdT, referenciado en el dirigente Leopoldo Moreau. Ratificó su apoyo a Raverta de cara a 2023. Cuenta con un paso previo por el HCD, entre 1999 y 2003.

Roberto "Tata" Gandolfi (Frente de Todos): La única figura ciento por ciento “albertista” en el FdT. Si bien sostuvo la unidad a pesar de las tensiones nacionales, hoy se lo ve más afuera que adentro del Concejo: tendría intenciones de competir por un lugar en la Legislatura. Es un referente del Movimiento Evita local, lo que le ha permitido a Raverta contar con bajada al territorio. Su lugar podría ser ocupado por Facundo “Apache” Villalba, dirigente de ATE y del propio Evita.

Sol de la Torre (Frente de Todos): Pertenece a Patria Grande y su renovación pende de un hilo ante las críticas internas de su referente, Juan Grabois, que estuvo a punto de romper con la alianza gobernante. Fue crítica de Sergio Massa cuando asumió como superministro y cuestionó la exploración petrolera offshore. Preside la comisión de Políticas de Género, uno de los principales ejes de sus propuestas legislativas.

Vito Amalfitano (Frente de Todos): Periodista deportivo y de raíces alfonsinistas, fue gestor de la organización Abrazo Ciudadano, lo que significó un puente con Raverta y lo llevó a ser el cabeza de lista en 2019. Junto a Santoro es el concejal de perfil más alto en el FdT, siempre crítico de los diversos proyectos impulsados por el Ejecutivo, como las fotomultas, el sistema de reconocimiento facial y el pliego del transporte.

DEUDAS LEGISLATIVAS

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A casi seis meses de que los colegios profesionales presentaran un anteproyecto de ordenanza para su creación, la propuesta sigue estancada en la Comisión de Obras. Mientras tanto, la comuna enfrenta un escenario dual: por un lado, crece la cantidad de metros cuadrados aprobados para construcción; por otro, miles de ciudadanos continúan sin acceso a una vivienda propia.

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