La Tecla Mar del Plata
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Los Juegos Panamericanos 1995 permanecen en la memoria colectiva como el último gran evento deportivo que supo albergar Mar del Plata. Además de posicionar a la ciudad en la escena internacional, la competencia permitió incorporar infraestructura de primer nivel, que 26 años después aparece deslucida ante la falta de manteamiento e inversión.
Con una ambicioso proyecto, el Concejo Deliberante el pasado 23 de abril puso primera para recuperar parte de ese brillo con la creación de la denominada “Comisión Pro sede XX Juegos Panamericanos 2027”, un espacio multisectorial que tiene como misión impulsar la postulación de la ciudad para organizar el certamen continental, donde deberá competir a nivel local con Rosario y Buenos Aires, y a escala continental con Barranquilla, Quito y Cochabamaba, entre las que se perfilan.
La comisión está compuesta por el intendente como “presidente honorario”, representantes del Emtur, Emder, Secretaría de Gobierno, ediles, instituciones deportivas, deportistas y cámaras empresarias, entre otros; es decir, una amplia composición que la dote de potencia.
Sin embargo, la iniciativa parece –al menos- algo desligada de la realidad económica y social que vive la ciudad, factores centrales al momento de pensar la viabilidad de una Mar del Plata que en solo seis años organice los Panamericanos.
Ese mundo paralelo en el que a veces parece vivir el Concejo Deliberante fue bajado al llano en las últimas horas ante la salida que se piensa para reorganizar la Copa América 2021 por las dificultades de Colombia para mantener como co-sede.
El paro general con movilizaciones sociales de tres semanas en el país caribeño hace prácticamente imposible que la competencia futbolera se lleve adelante, por lo que la Conmebol analiza dos planes alternativos: uno, trasladar los partidos –que serán sin público- a Argentina, la otra sede original, o a otros países, donde Paraguay, Uruguay y Chile se postulan como eventuales escenarios sustitutos.
En el primer aspecto, el propio presidente Alberto Fernández dio señales: "nosotros podemos analizar organizar toda la Copa América en la Argentina, en la medida en que todos estrictamente cumplan las condiciones de controles y protocolos", declaró ayer a Radio 10.
En caso de avanzar el plan A, el que más chances tiene hoy por hoy, a las cuatro sedes originales (River, Córdoba, Santiago del Estero y Mendoza) se sumarían la Bombonera en CABA, el Libertadores de América en la Provincia y el Bicentenario de San Juan.
En el radar de ningún dirigente apareció la posibilidad de Mar del Plata y el Estadio Minella, que supo albergar el Mundial 1978, pero que, por caso, tampoco fue contemplado para la última Copa América en el país, en 2011.
Mientras que La Feliz no aparece en ningún boceto para organizar al menos un Venezuela –Ecuador sin público, en un mundo paralelo la política legislativa marplatense piensa que la ciudad cuenta con posibilidades de, en solo seis años, realizar una competencia como los Juegos Panamericanos, en la que en 2019 participaron 6.680 deportistas de los 41 países de América en 420 eventos y 39 deportes.