La Tecla Mar del Plata
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En solo seis carillas y con cuatro gráficos que componen el informe semestral del Centro Municipal de Análisis Estratégico del Delito, la Secretaría de Seguridad pretende dar cuenta de la complejidad del fenómeno de la seguridad en Mar del Plata, en un contexto de pandemia que refuerza las alertas.
Luego de siete meses sin estadísticas a partir de la desaparición de los reportes mensuales del Cemaed que se producían sin interrupciones desde junio de 2014, en las últimas horas la dependencia conducida por Darío Oroquieta buscó enmendar la falencia. Poco no lo logró a partir de su contenido.
Uno de los principales aspectos del informe alertado a este medio por especialistas en la materia, es el de las fuentes utilizadas. El informe delictual de 2020 “está confeccionado en función de las denuncias realizadas en sede policial en el primer semestre del 2020”, en base a las fuentes del Centro de Procesamiento y Análisis de Información Delictiva (CEPAID), que es la unidad departamental de captura de información base proveniente de denuncias y actas de procedimiento. Esto supone un inconveniente ya que no convergen otras fuentes y solo se toman las de la propia policía, con la eventualidad que las mismas puedan ser incompletas o estar sesgadas por los intereses del propio sector.
Intensidad de robos y hurtos y zona caliente por confrontaciones, dos de los datos que desaparecieron en 2020
Diferente era lo que ocurría hasta 2019, cuando el Cemaed tomaba una multiplicidad de fuentes a fin de hacer más confiable el diagnóstico, como los partes policiales, registros propios de actuación estatal municipal (las visualizaciones en el COM y la Policía Local) e información del Centro de Atención Telefónica de Emergencias 911.
Cuatro datos
En el reporte de seis carillas –contabilizando la caratula e introducción- apenas se desarrollan cuatro estadísticas que no permiten una real dimensión de la complejidad de la seguridad en el distrito. El desarrollo, de ese modo, se limita a la estadística total semestralizada de homicidios dolosos y mensualizada de robos y hurtos automotor, robos y hurtos de motos, y robos y hurtos en general. Las conclusiones positivas en los cuatro aspectos aparecen como sesgadas al no contemplar la variable del aislamiento social, preventivo y obligatorio, por lo que se expresa que en cuanto a homicidios se registró “el número más bajo en los últimos 8 años, que es desde que se tiene registro”. Como contrapartida, si en los casos robos y hurtos solamente se toman enero y febrero -cuando no había cuarentena- para el comparativo interanual, en rigor hubo un incremento del 55% en robos y hurtos en general.
Los informes de la gestión Arroyo, por su lado, mostraban una mayor profundidad con cuatro secciones generales: la primera vinculada a la demanda de seguridad, la segunda que daba cuenta de la operatividad policial referida por el Comando de Patrullas y la Policía Distrital, la tercera que reflejaba la operatividad registrada de la Policía Local y la última que exponía datos emanados por el Centro de Operaciones y Monitoreo municipal. Los contenidos se reproducían mediante la utilización de recursos que incluyen mapas, gráficos, textos y diagramas.
Discriminación por edad de aprehendidos y el accionar de la Unidad de Violencia de Género, sin espacio en la gestión Oroquieta
Hasta el año pasado se conocían detalles de las zonas calientes por robos en comercios, viviendas, vía pública, confrontaciones, todo ello con segmentación de horarios, detalles de las visualizaciones realizadas por el Centro de Operaciones y Monitoreo, con la discriminación por tipo de evento, el origen de la actuación, los pedidos de imágenes por parte de la policía y la justicia, y sus resultados.
“El Camead perdió capacidad operativa”, reconocen con pesadumbre fuentes municipales a La Tecla Mar del Plata. Los mapeos, análisis de zonas calientes, de la intensidad, la influencia de factores climáticos, de los eventos con grandes aglomeraciones de personas, la influencias de los corredores nocturnos los fines de semanas, entre otros, hacen al estudio del fenómeno. Las escasas seis carillas del último reporte semestralizado quedan minimizadas en la comparativa frente a las 14 con las se despidió la última gestión y mucho más con las 53 página que llegó a tener a mediados de julio.
El nuevo informe del Cemaed no permite dimensionar la complejidad de la cuestión de la seguridad en General Pueyrredon, fundamentalmente en el complejo marco de la pandemia y con el pronóstico de una profundización de los episodios delictivos en la región.