La mayoría de los argentinos no dejan que los desacuerdos políticos arruinen los encuentros familiares, pero las penurias económicas son motivo de preocupación y mucha gente no compra regalos, según un sondeo de Giacobbe Consultores.

La grieta política no hace mella en las Fiestas, aunque la crisis económica mete la cola

Aunque las fiestas de fin de año (Navidad y Año Nuevo) son siempre una fuente de tensiones y estrés, y muchas veces se generan conflictos, la mayoría de los argentinos no dejan que las diferencias políticas dentro de la familia arruinen los encuentros y son una minoría los que prefieren no reunirse con parientes ubicados del otro lado de la grieta ideológica.

La que sí mete la cola en los festejos de fines de diciembre es la crisis económica. Mucha gente la ubica como principal preocupación en el contexto de las celebraciones y una mayoría desiste de comprar regalos para sus seres queridos.

Ambos datos surgen de una encuesta realizada por Giacobbe Consultores, que analizó cómo se viven las Fiestas y qué impacto tienen los factores políticos y económicos.

El sondeo fue realizado entre el 10 y el 17 de diciembre e incluyó las respuestas de 1000 personas de todo el país como muestra representativa, ajustada por género, edad, nivel de estudios y de ingresos y regiones geográficas.

La encuestadora determinó que la Navidad está mayoritariamente relacionada con la alegría, y que la mayoría de la gente la asocia con sentimientos y conceptos positivos y no ligados a lo religioso. “Familia”, “felicidad” y “paz” son algunas de las principales ideas que se les vinieron a la mente a los consultados, aunque también rankearon alto conceptos como “tristeza”, “nostalgia” y “nada”.

En cuanto al carácter religioso de la celebración, es poco relevante, con ideas como “Jesús”, “nacimiento” y “fe” mencionadas en mucho menor medida.

La Navidad es alegre y feliz; pocos la relacionan con el nacimiento de Jesucristo.

En cuanto al Año Nuevo, la idea que aparece con una abrumadora mayoría es la esperanza. Los encuestados también relacionan esta festividad con conceptos como “alegría” y “felicidad”, y en menor medida con “nada”, pero la primacía de “esperanza” es absoluta.

Casi todos aguardan el nuevo año esperanzados.

Según el sondeo de Giacobbe, tres de cada cuatro argentinos afirman tener recuerdos gratos de las fiestas de fin de año vividas en su niñez, y sólo un 2,7% dicen tener recuerdos malos de estas ocasiones.

Además, cuatro de cada cinco afirman que lo que más los entusiasma en estas fiestas es la perspectiva de reunirse con sus familiares, y un 13,5% mencionan la proximidad de las vacaciones como factor de expectativa.

En cambio, entre los factores que afectan negativamente en estas celebraciones, casi la mitad de los encuestados mencionó la ausencia de los seres queridos que murieron o están lejos. Y la situación económica es mencionada por más de un cuarto de los consultados como principal factor negativo.

La crisis aparece fuertemente asociada a los regalos. Más de la mitad de los consultados dijeron que este año no iban a comprar presentes para las fiestas de fin de año. Y un 17,3% afirmaron que comprarían menos obsequios que el año pasado. Menos de un cuarto dijeron que iban a comprar la misma cantidad o más.

En cuanto a las diferencias políticas, resulta evidente que la mayoría de los argentinos no dejan que la grieta interfiera en los momentos de encuentro para Navidad y Año Nuevo. Si bien un 15% reconocen que en estas fiestas se generan conflictos familiares, no parecen estar tan ligados a lo político.

En efecto, sólo un 11,8% de los encuestados por Giacobbe Consultores dijeron que las divergencias de opinión política impiden la reunión familiar en las Fiestas. Un 43,3% afirmaron que se reúnen igual. (Un porcentaje casi igual aclaró que no hay diferencias políticas en su familia.)

La grieta tiene poco efecto en las Fiestas.

A continuación, el informe completo de la consultora:

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