La proteína quinasa activada por AMP(AMPK) es considerada un supresor tumoral maestro por su capacidad para detectar el estrés energético celular y bloquear las vías que sostienen el crecimiento descontrolado del cáncer. Al activarse, inhibe mTOR , la principal aceleradora del crecimiento tumoral, estimula la autofagia, promueve la apoptosis de células dañadas y reduce la inflamación y la angiogénesis, procesos esenciales para el avance de los tumores.
Una revisión publicada en Frontiers in Oncology y actualizada con estudios hasta 2025 confirma que AMPK actúa como un freno natural en múltiples tipos de cáncer, y advierte que su pérdida, en especial por mutaciones en LKB1, eleva significativamente el riesgo oncológico.
Por otra parte, la evidencia clínica refuerza esta perspectiva. Una investigación reciente (2024) realizada por JNCI Cancer Spectrum reveló que la metformina, el activador más estudiado de AMPK, reduce entre un 35% y un 45%, el riesgo de cáncer en personas con diabetes, descensos marcados en tumores gastrointestinales, urológicos y hematológicos.
Asimismo, otro análisis realizado entre 2016 y 2023 y difundido por Oncotarget, mostró que la mortalidad por cáncer de hígado disminuye un 77% con metformina y que, en cáncer de mama, la reducción llega al 37%.
También, en personas que no son diabéticas, el fármaco se considera como coadyuvante en quimioterapia porque vuelve más sensibles a las células tumorales sin dañar a las sanas.
La ciencia también ha identificado estrategias naturales para activar AMPK. Por ejemplo, el ejercicio físico, especialmente HIIT y fuerza, se encuentra entre los estímulos más eficaces.
Una revisión en Cell Metabolism (2023) demostró que la actividad física activa AMPK, inhibe mTOR y potencia la autofagia con efectos antitumorales; en modelos de cáncer de mama y colon, combinar ejercicio con quimioterapia aumentó la supervivencia entre 30% y 50%.
El ayuno intermitente desde 8, 16 hasta 24 horas también incrementa AMPK.
Los estudios en Nature Communications mostraron que el ayuno potencia la eficacia de inhibidores ERK, mientras que un ensayo en Nutrition and Cancer (2025) reportó que el ayuno junto con una dieta cetogénica elevó AMPK y redujo el marcador en cáncer de mama. A su vez, una revisión en Cancer Biology & Medicine (2021) concluyó que el ayuno disminuye la inflamación tumoral mediante el eje AMPK/PPAR.
La exposición al frío como duchas heladas o crioterapia aparece como otro activador emergente de esta vía metabólica.
Asimismo, existen alimentos vinculados a una mayor actividad de AMPK como el té
verde rico en EGCG, la cúrcuma con pimienta, cebolla y manzana por su quercetina, uvas y arándanos por su resveratrol. Además de brócoli, café, vinagre de manzana y canela. Entre los suplementos con mayor respaldo científico figuran berberina, resveratrol, quercetina, EGCG, curcumina y ácido alfa-lipoico. Estos compuestos han demostrado efectos antitumorales asociados a la activación de AMPK en estudios de 2013 a 2025.
La berberina destaca por mostrar una potencia comparable a la metformina para activar AMPK y promover apoptosis en tumores de glioma, mama y colon.
Investigaciones recientes publicadas en Scientific Reports señalan que la combinación de varios de estos compuestos puede potenciar su acción. Los expertos coinciden en que la activación sostenida de AMPK no reemplaza los tratamientos oncológicos tradicionales, pero constituye una estrategia metabólica segura para reducir el riesgo y mejorar la respuesta a la quimioterapia y la radioterapia. Como resume una revisión de Frontiers in Immunology (2023), el organismo posee su propio sistema anticáncer y la ciencia recién comienza a dimensionar su verdadero alcance.