La Tecla Mar del Plata
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Con la renovación legislativa, no solo cambiarían las bancas del Concejo Deliberante, sino también su esquema de poder. La salida de Marina Sánchez Herrero dejaría vacante la presidencia del cuerpo y, en ese escenario, el nombre de Fernando Muro comenzaría a tomar fuerza como posible sucesor.
Según dejaron correr distintos actores del oficialismo, el cargo recaería –como marca la tradición institucional– en un concejal del espacio gobernante. Y aunque todavía no habría definiciones formales, Muro sería uno de los nombres mejor posicionados para asumir ese rol estratégico.
No obstante, no estaría solo en la carrera. Otros sectores del oficialismo aspirarían a quedarse con la conducción del cuerpo legislativo, lo que abriría una negociación interna que podría definirse recién en los próximos días o incluso en las horas previas a la sesión preparatoria.
El peso político de la presidencia no sería menor: quien asuma controlaría las sesiones, organizaría la agenda legislativa, definiría el orden del día y firmaría las normas aprobadas. También tendría a cargo la administración del personal y de los recursos del Concejo, la convocatoria a los ediles y, en caso de empate, podría utilizar su doble voto. Un sillón que, en la nueva etapa política, podría convertirse en el epicentro de acuerdos, tensiones y disputas de poder.