El dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se convirtió en una cita fija para las exposiciones de la política. Mes a mes, la publicación del INDEC generaba rechazos por la escalada pronunciada, en el caso de Alberto Fernández, y más recientemente, en la gestión Milei, florecían las ponderaciones en torno a la baja de la inflación. Entre medio, y a gusto y piacere según la coyuntura, puestas en duda del organismo y su modo de cálculo.
Hoy se anunció que la inflación de marzo fue del 3,7%, es decir, un 56% más que la de febrero, lo que representa un retorno a la senda ascendente de los precios. Dentro del desagregado de la cifra, que es un promedio entre múltiples rubros, destacó la suba de alimentos (5,9%) uno de los indicadores con impacto directo en la ciudadanía.
No obstante, desde las 16, hora de publicación del número, las repercusiones de oficialistas y aliados en torno al IPC brillaron por su ausencia. Concejales y dirigentes de la Libertad Avanza y el Pro no se expidieron en redes hasta la conferencia de prensa de Luis "Toto" Caputo que dejó como principal título el levantamiento del cepo.