La pesca sumó un nuevo caso de impunidad en torno a la larga historia de naufragios en el Mar Argentino. Gustavo Lleral, juez federal de Rawson, archivó la causa del "Rigel", buque pesquero hundido el 9 de junio de 2018, que dejó nueve fallecidos. El magistrado ya había tomado la misma decisión en el caso del "Repunte", otro langostinero siniestrado un año antes que también se cobró víctimas fatales.
Ambos casos de habían vuelto paradigmáticos por la búsqueda de justicia de las familias que, por primera vez, habían logrado que se inicien investigaciones y se ponga bajo la lupa la cadena de responsabilidades más allá del "error humano". Esta cuestión sumada a la complicada climatología en altamar, siempre había servido como única explicación para los siniestro.
Una estadísticas sintetiza la opaca relación entre naufragios y justicia: de los 68 hundimientos ocurridos entre el año 2000 y el 2025, ninguno llegó a juicio. El Repunte y el Rigel se acercaron pero vieron de cerca las mañas del sistema portuario: pericias no realizadas, responsabilidades eximidas y el olvido propio del paso del tiempo.