La Tecla Mar del Plata
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Un nuevo 8 de marzo encuentra a los movimientos feministas en un escenario marcado por la crisis y el desmantelamiento de derechos. Con un gobierno que puso el ajuste en el centro de su agenda, las políticas de género y protección social fueron de las primeras en ser recortadas. Esto se traduce en un impacto directo sobre las mujeres y disidencias, quienes históricamente fueron parte del sector vulnerado de la sociedad.
El deterioro de la economía golpea con fuerza a quienes dependen del mercado informal, a las trabajadoras que ven licuados sus salarios y a quienes necesitan del acceso a políticas públicas para equilibrar la desigualdad estructural. Mientras el discurso oficial celebra la reducción del "gasto público", lo cierto es que la falta de inversión en áreas claves deja a miles en una situación de vulnerabilidad extrema.
Desde el Movimiento de Mujeres y Diversidad alertaron sobre el impacto de la violencia promovida desde el discurso hegemónico del presidente Javier Milei, que se traduce en un aumento alarmante de los femicidios y las denuncias por violencias de género. En enero y febrero de este año se cometieron 52 femicidios y se registraron 69 intentos de asesinato, lo que equivale a un femicidio cada 27 horas. Estas cifras evidencian que la violencia patriarcal no solo persiste, sino que se agrava en un contexto donde las políticas de protección son desfinanciadas y desarticuladas.
La respuesta a este escenario no puede ser otra que la organización y la presencia en las calles. En Mar del Plata, la convocatoria del 8M cuenta con la participación de varios espacios políticos. Las consignas como cada año, volverán a denunciar la precarización laboral, la brecha salarial, la sobrecarga de tareas de cuidado y la violencia machista, sin embargo este año apuntarán también contra la política de Javier Milei.