El jueves por la noche, Axel Kicillof se refirió a la inseguridad y la necesidad de combatirla haciendo un llamado al trabajo conjunto con Nación. Esta mañana Javier Milei echo por tierra la posibilidad en una respuesta qué incluyó el pedido de renuncia y aventuró una posible intervención de la Provincia de Buenos Aires.
La respuesta no fue recibida de manera ecuánime por todos los sectores políticos, cosechando apoyos pero también rechazos. El radicalismo bonaerense volvió a pararse en el lugar del "fiel de la balanza": sin dejar de ser crítico de al gestión Kicillof, repudió la intención expuesta por el gobierno nacional.
"De ningún modo hay causales para intervenir la Provincia de Buenos Aires. Sería una violación inadmisible a la autonomía. El Gobernador fue electo por el pueblo, al igual que el Presidente, y atacar esa autoridad, amenazarla o desestabilizarla no va a encontrar acompañamiento de nuestra parte", dijo el diputado provincial Diego Garciarena.
"Lo que hay que hacer es coordinar esfuerzos para combatir la inseguridad, sin mezquindades y con grandeza. Lo que se está haciendo en Santa Fe hay que hacerlo en Buenos Aires. Diálogo y razonabilidad. Hay que pacificar y resolver las demandas de la gente, aún en las diferencias", agregó.
Por su parte, el senador nacional de la UCR por la Provincia, Maxi Abad, lanzó un mensaje doble que tenía por destinatarios al mandatario bonaerense y al de Casa Rosada.
"Los problemas de seguridad de los bonaerense necesitan respuestas urgentes. Señor presidente Javier Milei, respete el mandato constitucional del gobernador y ponga las fuerzas federales y al Estado nacional a disposición", interpeló Abad.
"Señor gobernador Kicillof acepte la ayuda federal que la inseguridad es un problema gravísimo. Y ponganse a trabajar de manera conjunta priorizando a los vecinos de la provincia. Tenemos un ejemplo cercano de coordinación en seguridad: la provincia de Santa Fe. Ése es el camino", concluyó el radical.