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Jueves, 26 diciembre 2024
Argentina
12 de noviembre de 2024
LEGISLATIVAS 2025

Elecciones: la incógnita de cuándo y cómo votar

La aplicación de la Boleta Única en Nación obliga a la Provincia a tomar una decisión. Qué piensa Kicillof, qué le piden los otros sectores de UP, qué plantea la oposición y la ambiciosa reforma que empuja el massismo

Elecciones: la incógnita de cuándo y cómo votar
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Cómo y cuándo. Esa es la cuestión. La elección legislativa 2025 tendrá la inédita situación de que ya no habrá una sola boleta con los candidatos nacionales y los provinciales de cada alianza o partido. El uso de la Boleta Única Papel (BUP) en Nación obliga a la Provincia a tomar una decisión sobre qué sistema utilizará y en qué momento hace sus comicios. Es algo a resolver con prontitud, y sobre lo que se apuran reuniones en un fin de año que estará agitado por ese tema. 

La decisión primaria le corresponde al Gobernador, pero necesita del consenso para definir el modo y la fecha. Eso como primer paso, porque detrás de la apertura de una reforma política se cuela la intención de sectores de Unión por la Patria que pretenden llevar el cambio a otras profundidades de las que dudan en el Ejecutivo, “porque queda poco tiempo para resolverlo”.
El Frente Renovador (FR) y la Cámpora quieren modificar, entre otras cosas, el reparto legislativo, para que tenga más protagonismo el Conurbano. Así, el peronismo sumaría más bancas, relegando al interior, donde tienen mayor peso las fuerzas opositoras. Kicillof no está convencido, y para él sólo debe definirse una cuestión: si se vota el mismo día que la Nación en una elección concurrente o se desdobla, lo que le significa un dolor de cabeza. El Gobierno bonaerense quiere seguir con la Boleta Múltiple Partidaria (BMP), conocida como sábana. Y no derogará las Primarias si primero no lo hace el Congreso nacional.

El Ejecutivo comenzó una rueda de consultas, que lleva adelante Carlos Bianco, aunque aún no hay un diálogo abierto con La Cámpora (léase Cristina Kirchner) y eso dificulta cualquier resolución. La interna, lejos de apaciguarse, sigue tensa. El ministro de Gobierno, además de verse con espacios provinciales, ha estado con el vicejefe de Gabinete de la Nación, Lisandro Catalán, y con el juez Federal en lo Electoral, Alejo Ramos Padilla. En calle 6 preocupa el alto precio que deberá pagar si desdobla. Se estima que el gasto para la Provincia será de unos cien mil millones de pesos. La logística electoral es otro ítem inquietante.

“Lo único que debe decidirse ahora es si las elecciones son concurrentes o desdobladas”, dicen en el Gobierno. En el primer caso se reducirían costos y se evitarían hacer la logística, pero la elección se adivina caótica. Tampoco creen que salga bien si se hace en otra fecha.
En el encuentro de hace dos semanas en San Fernando, donde también estuvieron Massa y Kicillof, el FR expuso la intención de avanzar más allá que en el propio cronograma electoral y encarar una gran reforma política. Pero, lo que no quiere el Gobernador, al menos por ahora, es mandar proyectos de ley a la Legislatura, donde está en clara desventaja interna. Entonces se ciñe a lo ya reglado.

Kicillof medirá en las próximas semanas el comportamiento legislativo para ver si puede contar con el Parlamento para ir un poco más allá. Es clave que el Presupuesto, la Ley Impositiva y el proyecto de jubilaciones del Banco Provincia salgan a la brevedad y sin ruido político. También espera la creación de la empresa provincial de Ambulancias, anclada en el Senado. 

En rigor, en el Gobierno son poco optimistas en que la interna no meta la cola y demore la aprobación del Presupuesto. “Acá sí el orden de los factores altera el producto, sin las leyes no hay posibilidades de mandar ningún proyecto de reforma política”, le dijo un ministro a La Tecla. Y afirmó que “nada de lo que pase electoralmente va a pasar por ley, porque no te lo van a votar”.  Quizá, por interés de retocar el esquema de las elecciones, en el legislativo la Ley de Leyes se convierta en un mero trámite, porque lo que importa es lo otro. Se verá en días.

El FR pretende cambiar el mapa de reparto legislativo (ver recuadros) y eso supone una discusión profunda, consensuada y sólida. “No nos puede pasar como con el límite de las reelecciones, que ahora nadie sabe cómo hacer para volver para atrás”, dijo un jurista ligado al PJ. Ese es otro tema que pulula fantasmal sobre la futura reforma, y del que nadie quiere hacerse cargo frente a la demanda casi desesperada de intendentes que en tres años quedarán a la deriva.  

“Ampliar la cantidad de legisladores o volver con la re-re sería regalarle una cancha muy grande a Milei”, reconocen desde casi todo el arco político no libertario. A la vez, se intenta buscar la fórmula para alcanzar los objetivos con el menor costo político. 

¿Massa, con su planteo de realizar el reparto legislativo con la Provincia como sección única, busca una reforma real o sólo desparrama humo para conseguir lo suyo? De eso también dudan en el Gobierno. “El quiere asegurarse el tercio en las listas que dice que le corresponde porque sigue dividiendo la coalición en tres sectores”, se escucha cerca de Kicillof. El tigrense tiene maestría comprobada en mover ese tipo de hilos. La desventaja es que ya todos lo conocen.

El exministro de Economía también es propenso a sacar las Elecciones Primarias Abiertas Obligatorias y Simultáneas (EPAOS), pero en el Gobierno creen que no será posible en tanto y en cuanto la Nación mantenga las PASO. Otra vez la traba de discutir un tema electoral en una Legislatura atomizada y sobre la cual el mandatario provincial no tiene la plena seguridad del juego de su propio espacio. Si siguen a nivel país seguirían en Buenos Aires, atadas de acuerdo al artículo 2 de la Ley de EPAOS (14.086). “Si se derogan allá se derogarían acá también”, coinciden oficialistas y opositores.

¿Puede saltear la ley 14.086 el Gobernador mediante un decreto? Sólo la puede derogar o suspender temporalmente por ley, y por esa vía también tendría que resolver el asunto de la simultaneidad con Nación. Sobre ello hubo consultas a la Suprema Corte, que sin un “no” rotundo recomendó evitar ese camino, puesto que derivaría en una inmediata presentación judicial. 

La permanencia de las Primarias tiene  un condimento imposible de soslayar: con ellas en el tablero cambian las negociaciones internas en las alianzas, además de dejar encerrados a quienes quedan adentro de cada espacio cuando se constituyen las coaliciones. Con PASO y sin acuerdo en las listas se pueden dirimir las divergencias en una elección conteniendo a todos. Sin embargo, su ausencia puede provocar una mayor dispersión partidaria. La BUP también contribuye a la atomización. La combinación BUP sin PASO tiene el alto riesgo de multiplicar más la oferta electoral.

Para el mandatario provincial, la gran reforma, hasta con la posibilidad de convocar a una Constituyente que a la vez podría ser un sello indeleble de su gestión, debería hacerse en 2026, con un previo triunfo del oficialismo provincial en 2025. “Lo único que queda por definir acá es si vamos a una concurrente o desdoblamos la general (que no tiene atadura legal para ser el mismo día que la elección nacional)”, repiten en 6, con la primera opción como la más tentadora. 

¿Apuesta también el Gobernador a que el comicio sea un caos que le permita culpar a Milei del estropicio al instaurar la Boleta Única y obligar a que haya dos urnas? Esa teoría encierra una posibilidad arriesgada, pero en el Gobierno bonaerense están convencidos que “lo más probable es que, sea como sea la elección, salga mal por culpa de haber cambiado un sistema que funcionaba”. 

El peronismo rechaza con fuerza la BUP, y la descarta como opción, pese a que hay quienes advierten que, a la larga, no quedará otro camino. Por el momento esquivará poner esa discusión sobre la mesa. El problema es que desde la oposición advierten: “Lo único que tiene que hacer Kicillof es adherir a la Boleta Única o impulsar que la Provincia tenga su propia ley de Boleta Única”. Lo repiten como mantra desde la UCR, el PRO, la Coalición Cívica y La Libertad Avanza. Esos espacios tienen proyectos presentados en el Parlamento, pero solos no pueden sacarlos.

La elección será, casi con seguridad, con dos sistemas diferentes, lo que no inhibe la resolución de muchas otras cuestiones, siendo una de las fundamentales el financiamiento de los partidos. Desde todo el arco político también se reclama una normativa por la cual se le garantice a las agrupaciones un sustento económico que hasta ahora dependía mayoritariamente de Nación, pero cambió con la aprobación de la Boleta Única Papel. En eso sí hay unanimidad, falta dar la discusión y es un tema aún no abordado en profundidad, pese a la preocupación de los espacios. Es un punto en el que hay unanimidad y se espera una ley que por ahora el Ejecutivo tampoco contempla hasta tanto no resuelva cómo se votará. 

Lo cierto es que en el Gobierno, y en la política en general, deben encontrar una salida para concretar el ineludible hecho de que habrá elecciones sí o sí. El cómo y el cuándo se ha transformado en la pregunta del millón, y en uno de los principales movilizadores de la rosca política bonaerense. 


Elecciones: la incógnita de cuándo y cómo votar


EL NUEVO SISTEMA EN LA MIRA
Boleta Única de Papel versus Boleta Múltiple Partidaria

La grieta es profunda. Libertarios, macristas y radicales batallan en favor de la Boleta Única de Papel (BUP), mientras que el peronismo la resiste y defiende a capa y espada la Boleta Múltiple Partidaria (BMP), vulgarmente conocida como boleta sábana. 

En la Legislatura hay varios proyectos que impulsan la implementación de la BUP en la Provincia. La UCR, el PRO y la Coalición Cívica presentaron uno hace un par de meses en Diputados, la semana pasada lo replicó el bloque de la UCR + Cambio Federal en el Senado, “con algunas correcciones al de Diputados”, aclararon sus autores, Nerina Neumann y Marcelo Daletto. Demás está decir que los libertarios se pliegan a esta movida, lo que hace que la oposición se muestre unificada en la postura de reemplazar la BPM por la BUP en las elecciones provinciales. 

Hace unos días, en La Plata, Sebastián Galmarini, politólogo y dirigente del Frente Renovador, dio una charla acerca de Boleta Única y sostuvo que, a su entender, su ventaja exclusiva es que aparece toda la oferta electoral en una sola planilla. Pero advirtió que promueve la multiplicidad de candidaturas y eso conllevaría a una papeleta del tamaño de un afiche en la provincia de Buenos Aires, imposible de manipular.

Para Galmarini, cambiar el procedimiento de votación trae más perjuicios que beneficios, entre ellos que la BUP es más cara porque requiere de otro papel y de medidas de seguridad similares a las de los billetes, como el sello de agua. Además, ese costo se traslada completo al Estado y no se comparte, como hasta ahora, con los partidos políticos, que debían imprimir parte de las boletas sábana. Desestimó el argumento de quienes dicen que la BUP evita el fraude, porque en Argentina no ha habido elecciones cuestionadas por ello, “e incluso hay países que las usan y han tenido problemas de fraude”, señaló. 

Pero una de las mayores críticas de quienes cuestionan la Boleta Única es que aumenta considerablemente el riesgo de fragmentación partidaria, y eso conlleva a una desnacionalización de las agrupaciones políticas. La fragmentación legislativa puede ser un problema grave para los Ejecutivos. Por otra parte, se advierte que puede haber un crecimiento exponencial del voto en blanco para las categorías colegiadas. Ejemplificó con lo sucedido en Mendoza en la última elección donde hubo distritos en los que el voto blanco o nulo para diputados provinciales superó el 24%, todo un récord.

“La gente vota a quien conoce y si no conoce a los candidatos al Congreso o la Legislatura no los va a votar, se va a fijar solamente en el presidente o el intendente”, advirtió Galmarini en la charla brindada en el anexo de diputados. Eso trae aparejada, por añadidura, una farandulización de la política. “En la Primera tendremos que poner a mamá Mo (por Moria Casán) en la boleta”, bromeó.



AXEL KICILLOF
“Nos hicieron un desastre sin consultarnos”

“Electoralmente, hoy la provincia de Buenos Aires está en problemas y en emergencia por una decisión empujada desde el Congreso nacional”, aseveró Axel Kicillof sobre el conflicto que le provoca a su gestión el uso de la BUP. A la vez que calificó estas modificaciones de “desdoblamiento de facto”, que trae aparejados “costos, problemas logísticos y
organizativos”.

“Nos hicieron un desastre sin consultarnos”, se quejó en rueda de prensa. Dijo que desde la gestión provincial harán todo lo posible para que estos obstáculos no pongan en riesgo el proceso electoral. “Tenemos que ver cómo atajamos este quilombo que nos armaron, para que la gente pueda votar y sepa bien qué está votando”, advirtió. 

El Gobernador señaló que Nación puso la BUP por “conveniencia electoral, no por una cuestión de que la gente pueda votar mejor”. Y subrayó que “si el proceso electoral fracasa, nadie de la política va a tener ganancia”.

“La provincia de Buenos Aires es víctima de una decisión que se ha tomado en otro lado y que es mala decisión”, disparó. “Si estuviéramos a tiempo le pediría al Congreso nacional que desista”, concluyó.



PELEA POR MAS BANCAS
El mapa de las secciones y su representación en la Legislatura 

La composición de las secciones electorales está reglada por el artículo 12 de la Ley 5.109 (Electoral), mientras que el artículo 13 dictamina cuántos senadores y diputados debe tener cada una. Por lo tanto, cambiar el mapa seccional o el número de legisladores no demanda más que una reforma de la ley. Pero eso no es nada sencillo.

Esta distribución histórica, que data del siglo pasado, está cuestionada, sobre todo desde el Conurbano, porque la distribución poblacional ha cambiado considerablemente. Aquí se detalla esa inequidad que aducen los dirigentes del Gran Buenos Aires, con una estimación de a cuántos ciudadanos habilitados para votar representa cada legislador según la región a la que pertenece. Es decir, si fueran todos a votar en la Primera se necesitarían más de 300.000 votos para meter un diputado en la Legislatura, mientras que en la Cuarta alcanza con 38.000. Incluso, entre las secciones del interior también hay una diferencia considerable. Es, por caso, un viejo reclamo de la Quinta sección.

El peso de cada una

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DIFERENTE ESCENARIO
Ventajas y desventajas de ir a la concurrente o desdoblar 

A la hora de la definición del Gobernador, y en épocas de vacas flacas, la disponibilidad de dinero para llevar a cabo una elección será clave. Hasta ahora, la Provincia zafaba de muchas obligaciones de las que la eximía la concordancia con la elección nacional. Desdoblar le costaría unos cien mil millones de pesos. También preocupa la logística, de la que deberá hacerse cargo desde ahora, sobre todo si no hay fecha coincidente con Nación.

Por eso, en el Ejecutivo son más proclives a una elección concurrente, sin que todavía esté tampoco del todo claro cómo sería ese sistema. De mínima supone dos cuartos oscuros, uno para la BUP nacional y otro para la boleta sábana provincial. Pero en Provincia aseguran que gran parte de la logística, como el reparto de urnas, la custodia de las mismas (que preocupa bastante), la transmisión de datos desde los centros de votación, y otras cuestiones, quedarán cubiertas por la Justicia Federal, con la cual se podría firmar un convenio. Incluso se ilusionan que también recaiga allí el escrutinio.

En cambio, el desdoblamiento obliga a que toda la carga, tanto económica como logística recaiga sobre el Estado bonaerense, además de tener que dotar con una mayor estructura a la Junta Electoral de antemano, porque debería llevar adelante el proceso completo. También tendría que contratar la empresa a cargo del escrutinio provisorio, que permite conocer los resultados la misma noche de la elección. 

“Desdoblar es un quilombo, ya lo analizamos el año pasado”, comentó una fuente del Ejecutivo. Sucede que hacer una concurrente cuando uno de los dos sistemas debuta puede derivar en un caos. No fue buena la experiencia aplicada en 2023 en el Ciudad de Buenos Aires, donde la BPM se usó para los cargos nacionales y el voto electrónico para los locales. 

De todos modos, desdoblar o no también tiene detrás una especulación política. Cuentan que Sergio Massa le advirtió a Kicillof que si Unión por la Patria se desune y el oficialismo se rompe producto de la interna entre el Gobernador y el cristinismo, el mandatario debería hacer todo lo posible por desacoplar la elección nacional de la provincial. Eso dejaría a Cristina, si finalmente es candidata, en una discusión diferente mientras en la Provincia se pondría más sobre la mesa para las listas seccionales la representación territorial de los otros sectores. Especulaciones, pero muy válidas en un escenario tan incierto. 


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UN DEBATE PICANTE 

Teorías, deseos y borradores detrás de la redistribución legislativa

Es cada vez mayor la presión de dos sectores de Unión por la Patria para modificar el reparto de bancas de la Legislatura, con la intención de que el Conurbano tenga una mayor cantidad de legisladores de los que posee (33 diputados de 92 entre la Primera y la Tercera y 17 senadores de 46). Desde hace tiempo lo viene reclamando en el recinto el presidente del bloque de Diputados de UP y uno de los coroneles de La Cámpora, Facundo Tignanelli. Ahora se ha sumado Sergio Massa, y por ello en las usinas del Frente Renovador se han concentrado en trabajar sobre el asunto, aun cuando dentro del propio espacio hay miradas diferentes sobre cómo hacerlo.

Por el lado de Axel Kicillof no habría tanto convencimiento de poner ahora ese tema sobre la mesa, cuando lo urgente es resolver cómo se votará en la Provincia el año que viene. Tampoco en la oposición habría voluntad de avanzar en ese sentido. Quienes empujan la idea de un nuevo reparto se basan en una realidad política incontrastable: el peronismo, y sobre todo el kirchnerismo, tiene en el Gran Buenos Aires su mayor caudal electoral y darle más representación ahí sería clave para el manejo legislativo. 

Quienes piden un cambio se basan, además, en el artículo 60 de la Constitución, donde se dictamina que “la proporcionalidad de la representación será la regla en todas las elecciones populares para integrar cuerpos colegiados, a fin de dar a cada opinión un número de representantes proporcional al número de sus adherentes”.

Analicemos cada una de las posibilidades que se exploran para llevar adelante un cambio que será muy difícil de consensuar políticamente:


Ampliar la cantidad de bancas

El artículo 69 de la Constitución provincial permite ampliar a un máximo de cien la cantidad de bancas en la Cámara de Diputados. De hecho, el texto original dice que “se compondrá de ochenta y cuatro” y ese número se elevó después a noventa y dos. En el mismo punto sostiene que “se determinará con arreglo a cada censo nacional o provincial, debidamente aprobado, el número de habitantes que ha de representar cada diputado”. En este sentido es obvio que falta una actualización.

La Carta Magna de 1994 establece que el Senado “podrá elevar esta cantidad hasta cincuenta” senadores, cuando originariamente fijaba el número en “cuarenta y dos”, que luego fueron elevados a los cuarenta y seis actuales.

Llevar los recintos a cien diputados y cincuenta senadores parece la vía más rápida y se soluciona con un cambio en el artículo 13 de la Ley Electoral. 

Ya hubo un intento de llevar las bancas al máximo constitucional cuando se votó la Ley de Primarias en la Provincia, pero ese artículo (el 26) fue observado por el Ejecutivo en la reglamentación de la normativa que hizo el gobernador Daniel Scioli en 2009; por lo tanto quedó el número de bancas que estaba. 

Volver a elevar la cifra supondría que la mayoría de los lugares quedarían para la Primera y la Tercera, pero secciones como la Quinta y la Octava también están subrepresentadas respecto a otras. Además, “sentar todos en la mesa va a provocar que todos pidan algo”, ironizó un diputado del interior.


La Provincia un distrito único

Es una de las ideas que surgió de las entrañas del Frente Renovador y significa que haya una sola boleta para toda la Provincia, en la que aparezcan los 46 diputados que se votan en cada turno electoral. ¿Y los senadores también? En principio, el proyecto que el massismo deja trascender sin dar detalles finos diferenciaría a las dos Cámaras y dejaría que la representación seccional, tal como está hasta ahora, sea para el Senado y el distrito único para elegir los representantes de la Cámara baja. Hay quienes afirman que el distrito único debe ser para senadores y diputados.

Demás está decir que el proyecto, que cuenta con el aval de La Cámpora, es mal visto por los intendentes y legisladores del interior, y algunos del mismo oficialismo ya anticiparon que “de ninguna manera vamos a permitir que nos saquen representación y no vamos a votar un cambio que le quite legisladores a nuestra sección. Contradictoriamente, parece la idea más avanzada, pero a la vez la más controvertida. Con lógica, temen en el interior que los lugares a entrar en la boleta sean ocupados en casi su totalidad por dirigente del AMBA.

La propuesta tiene, además, una traba constitucional, debido a que en el inciso 1 del artículo 61 la Carta Magna dicta que “la capital de la Provincia formará una sección electoral”. Para que todo el territorio sea distrito único habrá que hacer una enmienda o dejar que La Plata sea una sección y los 134 partidos restantes la sección única. Sería un cambio radical. 


Modificar la geografía electoral

Hay una inequidad no solamente de población sino también territorial en la composición de las secciones electorales. Mientras la Quinta la componen 27 distritos, una de sus vecinas, la Séptima, tiene 8. Y las dos del Conurbano concentran 24 la Primera y 19 la Tercera. También desde fuentes del massismo se reconoció que “cambiar el dibujo de la distribución de las circunscripciones puede ser una opción”. Es una de las maneras de buscar una mayor equidad en cuanto a la cantidad de legisladores por habitante, o más concretamente por electores.

A modo de ejemplo, podrían pasar distritos de la Primera a formar parte de la Segunda o la Cuarta. Y distritos de la tercera, como Lobos y Cañuelas, pasar a la Séptima, que as su vez podría absorber vecinos de la Quinta y de la Sexta. Al parecer, es por ahora la idea menos explorada, aunque también forma parte de las posibilidades. Lo más concreto al respecto es la idea, que viene desde hace años, de ampliar a Ensenada, Berisso, Punta Indio, Magdalena y Brandsen la Sección Capital, que tiene sólo a La Plata. Pero para ello debería realizarse un cambio al mencionado inciso 1 del artículo 61 de la Constitución.

La propuesta de cambiar el mapa seccional es mirada con buenos ojos por dirigentes que piden una unificación de las regionalizaciones provinciales de gestión. Por caso, no son coincidentes en la composición de los municipios que las integran la sección electoral, la región sanitaria, la región escolar, los departamentos judiciales y las jefaturas policiales. ¿Está la política para semejante cambio?

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