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Crematorio municipal: la cara del abandono
Se cumple un año desde que el incinerador dejó de funcionar. El EMSUR, bajo la dirección de Bonifatti, recoge el testigo de D´Andrea en torno al cuidado de las necrópolis municipales, perpetuando la desgestión. La política sigue sin pagar un costo por la desidia.
El crematorio municipal que está en el Cementerio Parque dejó de funcionar hace un año, dejando a los vecinos desamparados y obligándolos a recurrir a servicios privados con tarifas mucho más altas. Esta es otra muestra del abandono de las necrópolis que están bajo la responsabilidad del Ente Municipal de Servicios Urbanos (EMSUR).
El estado de abandono de los cementerios municipales viene de larga data. A más de dos años de la exposición en el Concejo de Sebastián D´Andrea, actual presidente del EMDER y entonces titular del EMSUR, y con Santiago Bonifatti ahora al frente del ente, no se ha visto ningún avance en la puesta en valor de estas necrópolis.
A fines de abril de 2024, el Municipio había anunciado que a partir de mayo se podría volver a usar el crematorio. Sin embargo, esta promesa de Bonifatti no se cumplió debido a complicaciones en algunas obras, y el crematorio sigue sin funcionar. El presupuesto de este año para el EMSUR era de $140.000.000 destinados a realizar obras en los cementerios municipales.
Además del cierre del crematorio, se han denunciado inundaciones en bóvedas, más de 500 nichos rotos, y la falta de iluminación. Estas denuncias, realizadas por el Sindicato de Trabajadores Municipales, se suman a hechos de vandalismo y robos. El Concejo también ha solicitado informes sobre el estado de los cementerios estatales, pero no ha recibido respuestas.
El hecho de que el crematorio municipal siga sin funcionar plantea preguntas incómodas: ¿podría esto significar un arreglo encubierto en beneficio de los cementerios privados? Desde un cementerio privado señalaron que “la demanda aumentó” desde que el incinerador estatal está cerrado.
El estado de las necrópolis municipales es una deuda pendiente que se viene arrastrando y que se agrava con la falta de funcionamiento del crematorio. Aunque problemas como estos generan indignación, el costo político no se paga.
El crematorio municipal que está en el Cementerio Parque dejó de funcionar hace un año, dejando a los vecinos desamparados y obligándolos a recurrir a servicios privados con tarifas mucho más altas. Esta es otra muestra del abandono de las necrópolis que están bajo la responsabilidad del Ente Municipal de Servicios Urbanos (EMSUR).
El estado de abandono de los cementerios municipales viene de larga data. A más de dos años de la exposición en el Concejo de Sebastián D´Andrea, actual presidente del EMDER y entonces titular del EMSUR, y con Santiago Bonifatti ahora al frente del ente, no se ha visto ningún avance en la puesta en valor de estas necrópolis.
A fines de abril de 2024, el Municipio había anunciado que a partir de mayo se podría volver a usar el crematorio. Sin embargo, esta promesa de Bonifatti no se cumplió debido a complicaciones en algunas obras, y el crematorio sigue sin funcionar. El presupuesto de este año para el EMSUR era de $140.000.000 destinados a realizar obras en los cementerios municipales.
Además del cierre del crematorio, se han denunciado inundaciones en bóvedas, más de 500 nichos rotos, y la falta de iluminación. Estas denuncias, realizadas por el Sindicato de Trabajadores Municipales, se suman a hechos de vandalismo y robos. El Concejo también ha solicitado informes sobre el estado de los cementerios estatales, pero no ha recibido respuestas.
El hecho de que el crematorio municipal siga sin funcionar plantea preguntas incómodas: ¿podría esto significar un arreglo encubierto en beneficio de los cementerios privados? Desde un cementerio privado señalaron que “la demanda aumentó” desde que el incinerador estatal está cerrado.
El estado de las necrópolis municipales es una deuda pendiente que se viene arrastrando y que se agrava con la falta de funcionamiento del crematorio. Aunque problemas como estos generan indignación, el costo político no se paga.