El 20 de diciembre de 2001, tras dos intensas jornadas de protestas callejeras, piquetes y cacerolazos, con enfrentamientos y más de 30 muertos, Fernando de la Rúa renunció a la presidencia de la Nación. El hecho, que algunos libros catalogaron cómo el "Argentinazo" se volvió una referencia calendaria para muchas organizaciones y quedó, a su vez, cristalizada cómo una "fecha caliente".
Desde entonces, aunque con altibajos, los 20 de diciembre siempre fueron días "picantes" ya sea por manifestaciones en conmemoración del hecho o por reclamos vinculados al fin de año y las fiestas en general.
No obstante, este viernes las puertas del Palacio Municipal muestran un escenario sin beligerancia y con calles despejadas. ¿Un cambio de época? El último signo de los conflictos típicos de la época fue el acampe de la "Mariano Ferreyra" sobre calle H. Yirigoyen, medida que se extendió por semanas y fue levantada tras las amenazas al despacho de Guillermo Montenegro.