20 de diciembre de 2024
EN LA MIRA
Un organismo nacional podría quedar comprometido por la tragedia de San Fernando
La investigación por el accidente fatal del avión que se despistó y chocó contra una casa, dejando como saldo a dos pilotos muertos, avanza con varias hipótesis que podrían tener consecuencias en el ente gubernamental.
El accidente en San Fernando conmocionó a toda la comunidad y las autoridades avanzan en las pesquisas para averiguar las causas del fatal desenlace. Además del expediente que impulsa la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, avanza, como en todo siniestro de transporte, la investigación de la Junta de Seguridad de Transporte (JST).
Cabe señalar que su rol no es buscar culpables, sino las causas del accidente. Si bien la TSJ es independiente -es un organismo descentralizado que se desempeña bajo la órbita Ministerio-, ocurre que su actual titular, Federico Suleta, nombrado el 11 de noviembre, antes actuaba como jefe de Gabinete de la ANAC.
En otras palabras, Suleta “estaría de los dos lados del mostrador”, según definió una fuente con acceso a la causa. En concreto, la objeción sería que Suleta era jefe del ente que actualmente debe investigar.
Esto no es un delito, aclara la misma fuente, pero advierte que “no es aconsejable en la normativa internacional”. El Convención de Chicago, que estableció los principios básicos para el transporte aéreo, marca que las juntas investigadoras deben tener total independencia.
Otra causa que podría complicar a la ANAC es que no puede ser regulador y prestar servicios de lo que regula. En el caso argentino, el ente brinda servicios de sanidad, terrestre y de bomberos.
Lo que indican las normas globales es que un bombero dedicado a los accidentes aeronáuticos debe llegar, como máximo, en tres minutos al lugar más distante posible. En San Fernando, quienes actuaron en el momento del accidente estaban a 800 metros del lugar.
Por ese motivo, se prevé que la jueza Arroyo Salgado determine que tardaron más de tres minutos en llegar al lugar, situación que podría complicar aún más a la ANAC.
Finalmente, la Justicia deberá ahondar en dos temas que también son responsabilidad del ente gubernamental: las condiciones del avión y las licencias de los pilotos.
Para lo primero, una hipótesis es que falló uno de los reversores -lo que en la turbina invierte el flujo del aire y ayuda a frenar- y por eso la nave se inclinó para un costado. Con respecto a las licencias, solamente se deberá corroborar que estaban habilitadas.