Por Thom Lahitte y Karen SternbergLuego del 2023 dominado por lo electoral quedaron establecidas las fichas del nuevo tablero político, que regirá, al menos, hasta el 2025. En una dinámica con varios enroques y cambios también hubo lugar para la continuidad. La victoria de Guillermo Montenegro, factor de unidad en Juntos por el Cambio local, permitió la mayoría propia del interbloque y, con ella, la retención de la presidencia del Concejo.
Marina Sánchez Herrero fue elegida por otros dos años como la conductora del cuerpo. En diálogo con
La Tecla, la abogada realizó un balance del ciclo, analizó la nueva composición del Legislativo y sus desafíos, así como la participación vecinal en el Concejo. A su vez planteó los lineamientos sobre los puntos más relevantes de lo que viene.
-¿Cómo evalúa el período legislativo 2021-2023? -El balance es positivo. Siendo un cuerpo de composición diversa, donde nadie tenía una mayoría y donde había miradas absolutamente diferentes de ciudad, se pudo trabajar con normalidad. El trabajo legislativo no se trata de ponernos de acuerdo en todo sino de hacer lo mejor para los ciudadanos de Mar del Plata y Batán aun en el disenso.
-¿Cómo toma haber sido ratificada en el cargo por otros dos años? -Es una responsabilidad aún mayor, porque es un Concejo donde antes mi función era la convivencia de los bloques y la búsqueda de consenso; hoy, al haber una mayoría, la cuestión pasa por que todos se sientan representados por el trabajo legislativo.
-¿Qué ventajas o desventajas trae la mayoría propia del oficialismo?-Depende de qué concepción del poder tengas. Yo lo pienso desde el punto de vista del equilibrio. Por supuesto que agiliza muchísimo la mirada de ciudad que buscamos desde ese bloque mayoritario que representa al intendente. Va a dar mayor agilidad de lo que entedemos que la comuna necesita. A la vez implica un trabajo mucho más cauteloso respecto a que los otros bloques sientan que participan activamente de ese producto legislativo y no son excluidos.
-Suele repetir que todos los proyectos, sean de comunicación, resolución u ordenanzas, son relevantes, pero ¿cuáles destacaría del período 2021-2023?-Muchas veces la importancia está atada a un momento. Pienso en fotomultas, en el traslado de la “Zona Roja”, el pliego de licitación del predio de disposición de residudos o el de transporte. Lo que podría decirte como corolario es que no hay proyectos de menor jerarquía dentro del Concejo Deliberante, hay circunstancias o coyunturas que apremian y ponen de relieve temas puntuales.
“Hay miradas nuevas de la población hacia la dirigencia”-Son momentos donde se nota un clima más tenso desde lo político, algo que se vio en la última sesión. ¿Cómo impacta y se trabaja en el Concejo?-El debate es propio de cualquier ámbito deliberativo, forma parte de la dinámica, y aún más en un cuerpo legislativo diverso. Sin poner ningún marco valorativo están cambiando los paradigmas. Hay nuevas reglas, que tienen que ver con miradas distintas que tiene la población sobre la dirigencia política. Puede pasar que haya que revisar posturas anteriores y repensarlas de cara al futuro. Esta última sesión fue la primera para muchos de los nuevos actores, lo que trae aparajedo también novedad en los tonos y las formas. Los que venimos desde hace dos años ya conocemos los momentos, cuándo hay que volver de un enojo o cuándo parar. Sabemos cómo funcionan los otros. Los concejales electos están en un lugar nuevo con gente nueva. La discusión forma parte siempre del debate, lo que no puede aparecer en el Concejo, como en ningún orden de la vida, es la falta de respeto, y eso es lo que hay que cuidar.
“No concibo nuestra tarea sin la mirada del vecino"-¿Qué balance hace de la participación ciudadana dentro del Concejo Deliberante?-Siento que este cuerpo no tiene ninguna deuda con la Banca 25. Solemos tener entre cuatro o cinco por sesión, es como un mantra para nosotros. Fueron muy pocos casos donde no hubo, y si solo se llevaron adelante una o dos tiene que ver con la extensión del temario o las cuestiones previas. Los vecinos, además, suelen participar de las comisiones. No concibo nuestra tarea sin la mirada, la co-creación y el trabajo del ciudadano. Hay que salir a la calle y no permanecer intramuros.
Un 2024 con expedientes de peso y profundización de lo digital-¿Qué ejes, sean pendientes o nuevos, se trabajarán en el Concejo durante el 2024?-Hay que tratar el pliego del transporte por supuesto, porque tiene que ver con mucho más que con la movilidad; se trata de la calidad de vida de los marplatenses y batanenses. En esto que te decía de los nuevos paradigmas y reglas en cuanto a la concepción de muchos temas, como la obra pública o cuestiones vinculadas a los privados y las empresas. Para mí van a redinamizar o revisar la tarea legislativa nuestra. Proyectos creo que habrá muchísimos, porque el país está cambiando.
-El Concejo llevó adelante un proceso de despapelización y digitalización, ¿que hay por delante en torno a lo estructural del Legislativo?-Ahora hay que empezar a ver cuáles son las herramientas que puedan agilizar los procedimientos y revisar o reversionar las tareas administrativas. Por supuesto, hay que profundizar el proceso de digitalización, que si bien está el ciento por ciento digitalizado y despapelizado, siempre hay que actualizarlo, lo que lleva a pensar más adelante en una cuestión presupuestaria en torno a los insumos tecnológicos.
-¿Qué desea para el desarrollo del 2024?-Vamos a trabajar para fortalecer el rol de las instituciones y vamos a seguir promoviendo políticas públicas que impulsen la igualdad y la inclusión social. Fortaleceremos nuestra proximidad con los vecinos comprometiéndonos, de manera constante, para proporcionar soluciones efectivas a sus necesidades y desafíos.