La Tecla Mar del Plata
Todos los derechos reservados
La realización de concursos para acceder a cargos en el municipio suelen estar salpicados de sospechas por favoritismo, un modus operandi recurrente que se ha visto, por caso, en Desarrollo Social durante el año pasado.
Según pudo reconstruir La Tecla, una impronta similar se habría dado en el concurso para acceder a la Dirección de Despacho y Coordinación, el área administrativa más importante de la Secretaría de Cultura que comanda Carlos Balmaceda. El área en cuestión está encargada de “planificar y organizar la salida de todos los expedientes y actuaciones” que se tramitan; analizar el contenido que ingresa; y supervisar la redacción de decretos, ordenanzas y resoluciones que competen a la dependencia, entre otras tareas.
El 16 de agosto se formalizó el llamado a concurso interno y, un mes después, se realizó el examen escrito, la primera de las tres etapas de todo concurso, que también exige la presentación de un plan de trabajo y un examen oral.
Pero ya la conformación del jurado entró en el terreno de las irregularidades. De acuerdo al Régimen General de Concursos, “como mínimo, un integrante deberá pertenecer a la dependencia y/o a la Secretaría a la cual pertenezca el cargo”. Los miembros fueron: Claudio Cambareri, director de Transporte (Secretaría de Gobierno); Fabio Jesús Hernán Albo, director en el Instituto de Capacitación Municipal (Gobierno); y María Laura Giulietti, Directora de Actas de sesiones, referencia legislativa y digesto (Concejo Deliberante). Ninguno se desempeña en Cultura.
Asimismo, la normativa plantea que se podrá requerir la participación de personas “con conocimientos específicos” en la materia, como colegios profesionales, universidades, etcétera. Sin embargo, nadie fue convocado.
En lo que respecta a la evaluación escrita, la ordenanza regulatoria indica que el puntaje mínimo para aprobar debe ser al menos el 40% del máximo. En el examen, se planteó que la calificación más alta podía ser 35 puntos y, el mínimo, 24, cuando en realidad debería haber sido 14 si se hubiera aplicado el criterio del 40%.
De acuerdo a lo revelado por fuentes municipales, también se omitió bibliografía de temas que luego fueron evaluados en el escrito. Por caso, en una pregunta se interrogó acerca del procedimiento a seguir en un concurso de músicos ejecutantes, para lo que también se requiere la aplicación del Régimen General de Concursos; pero dicha norma no fue incluida. En la misma línea, se buscó incorporar el presupuesto municipal vigente citando la ordenanza 25.388, cuando en realidad la misma corresponde al cálculo de recursos y proyección de gastos de Obras Sanitarias.
Además, en las respuestas testigo de la prueba escrita se evidenciaron inconsistencias con las preguntas. Por ejemplo, se da por sentado que se pueden aceptar donaciones para la Orquesta Municipal Infanto Juvenil cuando ordenanzas como la N° 22.142,que crea el Banco de Instrumentos Musicales, o la 25.067, que reglamenta las donaciones que puede percibir la comuna, no lo permiten en los términos planteados.
En este marco, frente a las irregularidades mencionadas, más de un concursante estaría evaluando impugnar el resultado final de la instancia evaluativa, que tuvo como ganadora a Marta Lantaño, más allá de que aún resta el decreto oficial con el nombramiento. Y, en última instancia, no se descarta apelar a la Justicia para que se realice un nuevo llamado.
Lo que se sospecha en los pasillos del Palacio Municipal es que la agente que se quedó con la Dirección de Despacho y Coordinación tendría una fuerte cercanía con Balmaceda. Por este motivo, habría sido favorecida a partir de la conformación del jurado, el diseño de las preguntas y la determinación de los puntajes mínimos y máximos.