La Tecla Mar del Plata
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La vigencia de la fase 3 del aislamiento social, preventivo y obligatorio parece que tiene algunos privilegiados por sobre otros.
Esto se ha manifestado en la situación que atraviesa concretamente la obra privada, cuyo protocolo hoy fue rechazado por Provincia para que el sector pueda reanudar su actividad. Sin embargo, el poder de influencia de las grandes firmas logra permisos que otros con menor poder no consiguen.
En concreto, los trabajos en el edificio Maral Explanada, una de las tres “Torres Pelli”, ubicada en Aristóbulo del Valle N°2750, han continuado a pesar de las restricciones actuales. Según la documentación a la que tuvo acceso La Tecla Mar del Plata, la firma pidió la habilitación correspondiente al Municipio.
En el escrito se solicitó la “continuidad de la obra”, donde se están desarrollando tareas de “submuración en subsuelo y de llenado de losa en el piso 10”. En este sentido, Ana María Silva y Mónica Silva, directora de obra y representante técnica de la empresa contratista (IMASA S.A), respectivamente, esgrimieron que “la interrupción de ambas tareas acarrearía un grave riesgo”.
En el caso de las tareas de submuración, esto se daría por “los posibles desplazamientos que pudieran verificarse”. Y, en la losa, “por el riesgo de caída que representa el encofrado y el hierro que se encuentra a medio armar”. Al estar la obra “a 35 metros de altura, presenta riesgo de voladura con el consiguiente daño a terceros”, agregaron.
A raíz de estos planteos, solicitaron “la continuidad” de la obra “por excepción”, en el caso del llenado de losa, con unos 25 obreros afectados. Y, en lo que respecta a la submuración, por estar contemplada dentro de las habilitaciones de Provincia en fase 3.
Sin embargo, las excepciones que rigen en este tramo del ASPO para la construcción privada son las tareas de infraestructura energética, excavación, apuntalamiento y demolición. No se detalla el ítem “submuración”. A pesar de ello, el Municipio, a través de la cartera de Obras, comandada por Jorge Luis “Guasa” González, también con fecha del 30 de agosto, otorgó la habilitación a la empresa.
La situación incrementa el descontento entre los profesionales medio del rubro, imposibilitados de trabajar ante la negativa de Provincia, y sin posibilidades de obtener permisos como el que consiguió recientemente IMASA. “O es para todos o no es para ninguno. No tenemos habilitaciones ambiguas como ésta, el resto de los mortales estamos parados”, advirtió a este medio un grupo de arquitectos contrariado por lo sucedido.