18 de diciembre de 2025
CLIMA CALIENTE
Mar del Plata: masiva movilización rechazó la reforma laboral
Con una concentración multitudinaria frente a la Catedral y una movilización que recorrió las calles céntricas, las centrales obreras, el arco político opositor y organizaciones sociales manifestaron su rechazo absoluto al proyecto de reforma laboral de Javier Milei. Denunciaron un retroceso de medio siglo en materia de derechos y una transferencia de recursos hacia los sectores empresariales.
Mar del Plata se convirtió este jueves en uno de los focos de resistencia más potentes contra la reforma laboral impulsada por la gestión de Javier Milei. En un clima de creciente tensión social y frente a la inminente discusión del proyecto en el Congreso el próximo 10 de febrero, miles de personas se congregaron en la Catedral para expresar un rechazo contundente. La convocatoria, impulsada por la unidad de las tres centrales obreras —la CGT, la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores—, logró amalgamar a un heterogéneo abanico de sindicatos, movimientos sociales, agrupaciones políticas y ciudadanos autoconvocados que se manifestaron en el centro marplatense.
Los referentes sindicales tomaron la palabra para trazar un diagnóstico sombrío sobre el impacto de las políticas nacionales. "El Gobierno de Javier Milei viene destrozando la industria", fue una de las frases que más resonó, vinculando la reforma con la realidad cotidiana de la ciudad, marcada por la preocupación ante el cierre sistemático de comercios y empresas.
Los discursos no ahorraron críticas hacia el contenido técnico y político de la reforma. Según los oradores, la iniciativa no busca una modernización del mercado de trabajo, sino una desarticulación de las conquistas históricas del movimiento obrero. "No hay una sola medida de esta reforma que beneficie a los trabajadores. No viene a modernizar nada, atrasa; va a seguir precarizando y no va a solucionar ninguno de los problemas reales de quienes producen", sentenciaron. En este sentido, se denunció que el proyecto representa un retroceso de 50 años en la legislación laboral, alertando especialmente sobre las limitaciones que se pretenden imponer al derecho a huelga, pilar fundamental de la organización gremial.
Más allá de lo legislativo, el trasfondo económico ocupó un lugar central en la narrativa de la jornada. Los dirigentes señalaron que la reforma es el instrumento legal para consolidar una "transferencia millonaria de recursos de las manos de los trabajadores al empresariado".
Tras el acto central, la multitud inició una marcha por las principales arterias del centro, mostrando una columna que se extendió por varias cuadras. La masividad de la convocatoria en Mar del Plata funciona como un mensaje directo: el rechazo a la reforma no es solo una postura dirigencial, sino un análisis que empieza a ganar las calles con fuerza. Con la fecha del 10 de febrero marcada en el calendario, la jornada exhibió un conflicto que lejos está de encontrar su techo.