“En una batalla, la victoria no depende del número de los soldados, sino de la fuerza que Dios da". La frase bíblica, perteneciente al libro de Macabeos, fue la inspiración de Milei para comenzar a hablar de “las fuerzas del cielo”, mote que tomó para sí la militancia libertaria.
Pero la religión, siempre de intrincadas relaciones con la política, interesa a los comandos de campaña no tanto por los simbólico, sino por dos características bien tangibles: territorialidad y transversalidad. Cada culto cuenta con bases operativas en numerosos puntos de la ciudad y penetra en todas las clases sociales y edades. ¿Cuál es la pregnancia de cada uno? ¿Cómo podrían impactar en los comicios?
Giobando, el nuevo Obispo de Mar del Plata, reporta a la línea de Francisco.Si bien la Constitución Nacional brega por la libertad de culto para todos los habitantes, tiene una particular relación con el catolicismo. Según la Carta Magna, el Estado es responsable de su sostenimiento. A su vez, la Iglesia forma parte de los actos oficiales de la política, como ocurre con el tedeum en el 25 de mayo y el Obispo es una fija en otras fechas patrias como el 2 de Abril o el 9 de Julio. Fue justamente la asunción del mandamás de la Diócesis, Ernesto Giobando, la que provocó una foto poco habitual: en la primera fila de la Catedral estuvieron codo a codo desde Montenegro a Kicillof pasando por el senador Abad.
La primera línea de la política local y bonaerense durante la asunción de Ernesto Giobando al frente de la Diócesis.La Diócesis de Mar del Plata, inaugurada en 1957, cuenta con 789.000 fieles y abarca 9 distritos de la Quinta Sección Electoral como Balcarce, General Alvarado, Villa Gesell, Necochea o Pinamar. Según el reporte más actualizado del Anuario Pontificio, la cifra de católicos es el 76% de la población total, un número relevante más allá de la cantidad de practicantes activos. En cuánto al Obispo recientemente ungido, es cercano a la línea de Francisco, algo compartido por varios de los movimientos sociales como el Evita o el MTE. Si bien la Iglesia no tiene el impacto de antaño, sigue siendo una voz potente desde lo social y que también llega a la clase media a través de las escuelas parroquiales.
Uno de los tantos templos evangélicos de la ciudad.Un caso diferente es el de los evangélicos, que según varios reportes, representan el 15% de la población y cuentan con la friolera de 350 templos distribuidos en todos los barrios de la ciudad. La política comenzó a mirarlos a partir de las distintas movilizaciones por las “Dos Vidas” en el 2018. ¿Qué vieron? Volumen de movilización y disciplina militante. A su vez, los pastores penetraron de forma profunda en las periferias abandonadas por el Estado. El movimiento recibió un nuevo aliciente con la llegada de Milei, que comenzó a girar hacia dicho culto, recursos y mercadería que antes iba a los comedores de las organizaciones sociales.
La ciudad cuenta con alrededor de 400 musulmanes.El crecimiento del sector en Mar del Plata ya tuvo una expresión política en 2021, cuando Florencia Ranellucci fue electa concejala por el Pro, siendo la primera evangélica en la historia del Concejo. Ya en la segunda gestión de Montenegro, fue designada como asesora ad honorem en “Relaciones internacionales y culto”. Si bien el oficialismo y los libertarios tuvieron este tipo de gestos más públicos, Unión por la Patria también cuenta con una red de pastores leales que actúan en los barrios.
Según datos de la Sociedad Unión Israelita Marplatense, la institución cuenta con 120 socios activos.Hay otras comunidades que operan menos desde el volumen y la inserción pero más desde el debate ideológico, como es el caso del judaísmo a partir de conflictos como el ataque terrorista de Hamas a Isarael. La causa AMIA, muchas veces empapada por lo grieta, sigue siendo tema vigente de debate. El islam, por su parte, tiene escasa representación en la ciudad, aunque la inauguración de una mezquita en 2014 mostró su crecimiento. Más preponderante es el número de Testigos de Jehová. En diciembre de 2024 se reunieron 9 mil en el Polideportivo aunque como notificó un armador, habría que contarlos como ausentes, ya que no votan.
“Es importante que las personas de fe nos involucremos” En diálogo con
La Tecla, la edil del PRO, Florencia Ranellucci, compartió su mirada sobre la relación entre la política y la fe. Sobre el acercamiento de los partidos a los distintos credos, sostuvo:
“Se empieza a dar porque entienden que nosotros tenemos un diálogo activo y sincero con muchas personas”. Luego agregó: “
Ven que pueden, a través de un espacio, llegar a la gente. Pero, como siempre decimos, la comunidad evangélica no solo es un número. Somos un grupo que trata de vivir con buenos valores”. En referencia al crecimiento del vínculo entre política y religión, Ranellucci reflexionó:
“La gente dejó de creer en la política tradicional, entonces busca políticos más cercanos, más normales. Y bueno, nosotros somos normales, con esta premisa que también nos da Dios: Él nos anima a servir al otro, no a ser servidos”. Al ser consultada sobre la presencia de dirigentes creyentes, afirmó: “
Entendemos que la política es una herramienta para lograr las transformaciones que muchos deseamos, que las personas vivan mejor y que las comunidades y las ciudades también lo hagan”. Además, al ser consultada sobre un posible crecimiento de candidaturas religiosas este año:
“No lo sé, pero si uno mira la tendencia, sí. La verdad es que la apertura ha sido cada vez mayor”. Y concluyó: “
Tenemos el objetivo de llevar a los espacios de decisión a personas que no solo sean cristianas evangélicas, sino que compartan estos valores: la familia, las dos vidas y la libertad. Está bueno que quienes sostienen estos valores lleguen a las bancas y a lugares ejecutivos, para ayudar a la sociedad con esta mirada”.
Florencia Ranellucci, la primera edil evangélica del HCD.
Los proyectos que ingresaron en el Concejo en relación a los credos
En el ámbito legislativo la religión ha encontrado su espacio. A lo largo de los años, el HCD ha tratado diversos proyectos vinculados a los credos que forman parte de la identidad marplatense y batanense. Desde sus orígenes, la ciudad ha estado profundamente ligada al credo católico. En ese marco, se impulsaron propuestas relacionadas con días festivos, reconocimientos y ordenanzas vinculadas a la tradición religiosa mayoritaria. Las celebraciones religiosas, los homenajes a santos y patronos, y las iniciativas de corte simbólico fueron, durante mucho tiempo, las expresiones más habituales de esa representación. Sin embargo, la llegada de Florencia Ranellucci al recinto significó un punto de inflexión. Por primera vez, la comunidad evangélica encontró representatividad dentro del recinto. La edil presentó proyectos de ordenanza que marcaron un precedente para los evangélicos. Entre ellos, se destaca la creación del “Día de las Iglesias Evangélicas”, aprobado en julio de 2022. La iniciativa estableció el 31 de octubre como fecha conmemorativa en la comuna, en referencia a la Reforma Protestante impulsada por Lutero. Esta ordenanza, de fuerte valor simbólico para los cristianos evangélicos de la ciudad, representó el primer reconocimiento oficial del cuerpo legislativo a un credo que cuenta con más de 110 años de presencia en la ciudad. Ranellucci también promovió la instauración del “Día Municipal de la Familia”, a celebrarse cada 15 de mayo, con el objetivo de “reafirmar ese concepto de la centralidad de la familia dentro del ejido social”. Por su parte, el judaísmo también obtuvo avances en materia de reconocimiento institucional. Entre las iniciativas aprobadas, se destaca la adhesión del municipio a la Resolución N.º 114/2020 del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación. Dicha normativa adoptó en el ámbito del sector público la definición de antisemitismo propuesta por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), lo que constituyó un paso importante en la lucha contra la discriminación y los discursos de odio.
La ayuda social de las iglesias en los barrios periféricos
“Dale de comer al hambriento, y un día serás recompensado”, dice la Biblia en Eclesiastés 11:21. Una premisa que el Episcopado Católico y las distintas iglesias evangélicas cumplen día a día en la comuna. Porque los credos no solo comparten la palabra de Dios, sino también alimentos y ropa con las personas más carenciadas de la comuna. En los lugares a los que no llega el Estado, ya sea nacional, provincial o municipal, las manos extendidas de estas religiones ofrecen cobijo a sectores excluidos de la sociedad. La Iglesia Católica asiste a distintos barrios de la ciudad a través de organizaciones sociales y de Cáritas. Por su parte, las iglesias evangélicas sostienen alrededor de 40 comedores comunitarios, la mayoría ubicados en templos, anexos y hasta domicilios particulares. A través de estos espacios llegan a unas 40 familias por lugar, a quienes les brindan viandas diarias e incluso ropa. Desde una iglesia que colabora con un comedor barrial señalaron que ayudan porque “nosotros, como hijos de Dios, donde está la necesidad estamos”. Y agregaron: “Somos los brazos y los pies de Jesús en la tierra”. También destacaron el trabajo con personas en situación de calle, como el que realiza “Sopa de Letras”, un espacio que, gracias al aporte de los feligreses, entrega alimentos calientes a quienes más lo necesitan. A diferencia de otras instituciones, el motor de estas acciones no está en la estructura estatal, sino en la fe y el compromiso social. La función social en las barriadas también es un punto de encuentro con otros actores como la política y los movimientos.
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