En las últimas horas se conocieron los escalofriantes detalles de un plan iraní para asesinar al presidente electo Donald Trump. En ese marco, el Departamento de Justicia estadounidense confirmó la noticia públicamente y por el hecho se presentaron cargos contra un hombre.

Según la información que se comprobó, los investigadores se enteraron del plan para matar a Trump por parte de Farhad Shakeri, un presunto activo del gobierno iraní que pasó tiempo en prisiones estadounidenses por robo y que, según las autoridades, mantiene una red de asociados criminales que participan en los planes de asesinato de Teherán.

Luego, contó que un contacto de la Guardia Revolucionaria Paramilitar de Irán le solicitó que armar un plan en siete días para vigilar y finalmente matar a Trump, según una denuncia penal desprecintada en un tribunal federal de Manhattan.

A su vez, comentó a los investigadores que el funcionario le dijo que si no podía armar un plan a corto plazo, la misión se aplazaría hasta después de las elecciones porque el funcionario asumía que Trump perdería y que sería más fácil matarlo entonces, según la denuncia.

Por último, aunque los funcionarios determinaron que parte de la información que proporcionó era falsa, sus declaraciones sobre un plan para matar a Trump y la disposición de Irán a pagar grandes sumas de dinero se determinaron como precisas.

Por su parte, dada la situación el portavoz de Trump, Steven Cheung, dijo que el presidente electo estaba al tanto del complot de asesinato y que nada lo disuadirá "de volver a la Casa Blanca y restaurar la paz en todo el mundo".