En los muelles se vive un efecto dominó. A excepción de los poteros, dedicados a la captura del calamar, el resto de la flota vive una dura coyuntura. Hasta el momento, la principal postal de la crisis eran los buques fresqueros dedicados a la pesca de merluza, la especie que mayor volúmenes de extracción reporta a lo largo del Mar Argentino y que también guarda fuerte relación con el trabajo en tierra.
Pero ahora la situación se agravó por el parate de los fresqueros tangoneros, es decir, la flota que pesca langostino. Mediante un comunicado, cinco asociaciones empresarias aseguraron que no iniciarán la campaña hasta tanto "no se restablezcan las condiciones mínimas de viabilidad económica".
Cabe recordar que, a diferencia de la merluza, presente en buena parte del año, el langostino cuenta con una temporada estacional que va desde el otoño hasta mediados de la primavera.
¿Qué solicitan las empresas? Que revise el plan de manejo, se fije un precio mínimo y se liquide a las tripulaciones únicamente por CCT.